¿Alemania está preparada para el invierno sin Rusia? Así avanza el plan de Scholz

¿Un invierno sin gas? Alemania cree que, tras meses de alarma extrema y preocupación de un serio desabastecimiento tras el corte ruso, el país ha dado un paso clave para lograr la independencia energética de Putin. Según los últimos datos ofrecidos por el grupo industrial Gas Infraestructure Europe, los sistemas de almacenamiento germánicos están en estos momentos al 77% de su capacidad.

Esta cifra supone un paso muy importante pues Olaf Scholz, canciller alemán, afirmó que de lograr llegar al 75% para el uno de septiembre, sería el paso más difícil para lograr evitar el desastre. Una vez cumplido este hito, considera que podrá llegar fácilmente a los objetivos del 85% para octubre y 95% para noviembre.

Para lograr este suministro récord, Alemania ha ‘repostado’ especialmente de Noruega, pero también de otros países europeos. En ese sentido Scholz ha perdido una de sus principales bazas, consistirán en un gasoducto que conecte España con su país para abastecerse “de forma masiva”. Sin embargo Francia ha cerrado la puerta por considerar que el proyecto tardaría demasiado y tendría unos costes muy elevados.

El problema, según apuntan desde la cancillería, ya no parece tanto llenar sus almacenes, sino poder hacerlo de una forma sostenible y más barata. De momento para llegar a este hito del 75% el Gobierno ha tenido que proporcionar un plan de crédito de 15.000 millones de euros dedicado íntegramente a llenar de gas las instalaciones de almacenamiento.

Sin embargo uno de los grandes problemas con los que se encontró Alemania es que buena parte de su infraestructura de almacenamiento pertenecía a Gazprom y, para encarar el desafío de pertrecharse para un invierno sin gas ruso, el país ha tenido que emprender nacionalizaciones ‘temporales’ desde el mes de abril que, de haberse dado más tarde, hubieran supuesto un serio problema para sus objetivos.

El abandono de los almacenes ha provocado que Alemania haya tenido que ponerlos a funcionar desde cero. Destaca el caso de Rehden, la mayor planta de Europa Occidental que está administrada por el Estado y se está llenando desde mayo.

En cualquier caso, si Rusia corta el suministro completamente, incluso con sus almacenes llenos, el país tendría un margen de poco más de tres meses antes de que estos se vaciasen. Sin embargo podría superar el invierno sin grandes problemas y ganar tiempo para encontrar vías alternativas. En esa estrategia cuenta con un plan para mejorar sus renovables y encontrar nuevas vías de suministro alternativas a un mejor precio (destacando Argelia, España o importaciones de EEUU).

Ahorro energético

Para llegar a este punto el país ha tenido que tomar serias medidas de ahorro energético que han afectado tanto a las familias como a la industria. No en vano el 16% de las empresas germanas se han visto obligadas a reducir su producción, según la Cámara de Comercio y la Industria de Alemania.

Desde el punto de vista de los ciudadanos, ya no es solo que el precio de su factura se haya disparado en cerca de 500 euros más al año, sino que las principales ciudades del país están tomando todo tipo de medidas para reducir el consumo del mayor devorador de gas de Europa. Entre ellas destacan un límite a la calefacción en los 19 grados o el apagado de edificios por la noche excepto hospitales o instalaciones de uso social.

Sin embargo con estos datos parece que estos sacrificios permitirán a Alemania sobrevivir a un invierno sin Rusia. “Creo que hay bastantes posibilidades de que Alemania alcance el 90 % de su capacidad de almacenamiento a principios del invierno, pero eso aún no es suficiente para evitar realmente una escasez de gas”, dijo Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW).

El gas ruso ‘barato’ sale caro

Antes de la guerra el 55% del gas de Alemania, el principal consumidor de Europa, procedía directamente de Rusia, en junio era ya un 35% pero existe un miedo real de que en Rusia corte por completo el suministro para la época de mayor necesidad, el invierno.

Putin ya lleva avisando de esta situación con interrupciones puntuales del principal gasoducto que conecta ambos países el Nordstream, que, a pesar de que oficialmente se justifican por problemas en su infraestructura, desde Berlín defienden que forman parte de una estrategia orquestada por el Kremlin para dañar a la locomotora de Europa y, en consecuencia, a toda la UE. De momento, Nord Stream esta funcionando solo a un 20% de su capacidad de suministro.

Respecto al almacenamiento en otros países, la situación parece más controlada. Las instalaciones de almacenamiento de gas de Francia se vieron por última vez con casi un 87% de capacidad, según GIE. El país galo tiene más flexibilidad gracias a su apuesta decidida por la energía nuclear. Por su parte, las existencias de gas de España e Italia se situaron en aproximadamente el 81% y el 77%, respectivamente.

  1. Álvaro Moreno. Fuente: El Economista.es, España.

Tags

Compartir post