Las acciones argentinas cerraron al alza este viernes 23 de junio, acumulando subas en esta corta semana, en medio de las negociaciones previas a la oficialización de los precandidatos para las elecciones presidenciales. El índice accionario líder S&P Merval registró un avance del 1,3%, alcanzando los 420.736,69 puntos, impulsado por los papeles financieros después de una apertura inestable debido a tomas de ganancias cortas. Esta fue la séptima subida semanal consecutiva para el índice. En Wall Street, los ADRs argentinos también operaron con predominio de ganancias, liderados por IRSA (+6,9%), Edenor (+4,7%) y BBVA (+2%). Por otro lado, las mayores caídas se observaron en los papeles de Telecom (-2,3%), MercadoLibre (-1,2%) y Loma Negra (-1,2%).

En términos semanales, los ADRs argentinos en Wall Street experimentaron fuertes incrementos. Las mayores subidas fueron lideradas por Edenor (+19,5%), Cresud (+11,4%) e Irsa (+9,1%). Por otro lado, las principales bajas correspondieron a Central Puerto (-5,4%), Grupo Supervielle (-1,7%) y Transportadora de Gas del Sur (-1%).

En la bolsa porteña, la jornada del viernes concluyó con predominio de alzas, encabezadas por Transener (+7,2%), Mirgor (+6,9%) y Edenor (+3,8%). Por otro lado, los mayores descensos se registraron en Aluar (-0,8%), Telecom (-0,8%) y Ternium (-0,5%).

En el acumulado semanal, la mayoría de las acciones experimentaron incrementos, siendo Edenor (+22,7%), Mirgor (+15%) y Cresud (+14,4%) las que encabezaron dichos avances. Solo algunas acciones sufrieron caídas durante la semana, entre ellas Holcim (-2,3%), Central Puerto (-2,9%), BYMA (-2,6%) y Ternium (-1,1%).

El mercado se encuentra inmerso en la volatilidad de un contexto preelectoral, según indicó Priscila Bruno de Rava Bursátil. Los inversores están comprando y vendiendo expectativas en medio del ‘trade electoral’, afirmó el analista Salvador Vitelli. Se espera que las dolarizaciones de carteras se intensifiquen a medida que se acerquen las elecciones, ya que los inversores buscan desprenderse de sus tenencias en pesos, una conducta habitual en el país.

En cuanto a la deuda soberana, se observó una disminución tras las recientes recuperaciones y debido a la demora en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para modificar metas y estudiar el adelanto de desembolsos.

En resumen, las acciones argentinas cerraron al alza en medio de las negociaciones electorales y la volatilidad del mercado. Los inversores continúan evaluando las expectativas y ajustando sus carteras de cara a las elecciones, mientras el país busca ayuda del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en

las negociaciones con el FMI para enfrentar los desafíos económicos que enfrenta el país, como la inflación, la devaluación del peso y las reservas limitadas en el Banco Central.

Durante la semana, el Banco Central vendió reservas por un total de u$s125 millones para satisfacer las necesidades del mercado, acumulando un saldo negativo de u$s204 millones en la semana y u$s545 millones en lo que va de junio.

Además, la Comisión Nacional de Valores (CNV) oficializó la compra y venta de bonos en yuanes, aprovechando el ampliado acuerdo de intercambio de monedas firmado entre Argentina y China, con el objetivo de agilizar el comercio exterior y reducir la dependencia de las reservas en dólares.

En el segmento de renta fija, los bonos nominados en dólares cerraron mixtos, con algunas subidas destacadas como el Global 2046 (+1,4%), el Global 2041 (+1,3%) y el Bonar 2029 (+0,5%). Por otro lado, se registraron pérdidas en bonos como el Global 2038 (-1,4%), el Global 2035 (-0,3%) y el Bonar 2038 (-0,3%).

El riesgo país, medido por el banco JP Morgan, experimentó un aumento del 1,2% este viernes, alcanzando los 2.226,00 puntos básicos y poniendo fin a una racha de dos caídas consecutivas. Sin embargo, en el acumulado semanal, el riesgo país mostró una disminución del 5,6%, marcando su tercer descenso consecutivo.

En conclusión, el mercado argentino de acciones cerró al alza en medio de las negociaciones electorales y la incertidumbre política. Los inversores continúan monitoreando de cerca los acontecimientos políticos y económicos, ajustando sus estrategias en función de las expectativas electorales y las medidas económicas que se implementarán en el futuro.