El Gobierno nacional se vio obligado a emitir más pesos que durante la época de pandemia por un aumento del gasto público y el déficit. Para los inversores, es momento de dolarizar carteras: “Se puede cantar bingo con los bonos globales”.
¿Cómo viene la economía?
Tenemos un doble comando, por un lado, el presidente quiere alinearse al acuerdo con el FMI, mientras que la vicepresidenta quiere incrementar los ingresos de la población. El mix de mayor gasto sobre los ingresos nos termina dejando un déficit crónico que es muy difícil de financiar.
¿Cuánto nos falta financiar?
Con los ingresos genuinos de los últimos 12 meses solo financiamos el 80,4% del total de gastos más intereses, el resto hay que financiarlo.
¿De qué cifra estamos hablando?
En los últimos 12 meses el déficit, medido en pesos, fue de $ 2.456.349 millones.
¿Cómo se financió?
En un 87,1% con emisión monetaria, un porcentaje muy superior al que tuvimos en medio de la pandemia.
¿Me lo explicás mejor?
Como no, en los 12 meses que van entre mayo de 2020 y abril de 2021 el déficit fiscal fue de $ 1.943.520 millones y de ese total $ 1.582.702 fue financiado con emisión monetaria, esto implica el 74,7% del total del déficit.
Sigamos…
El déficit de los últimos 12 meses, mayo 2021 y abril de 2022, fue de $ 2.456.349 millones, y de ese total $ 2.139.712 millones fue financiado con emisión monetaria. Esto explica el 87,1% del déficit total.
¿Qué se hace con esa emisión?
El Banco Central la absorbe y la convierte en un pasivo de la entidad, coloca leliq y pases.
¿Cuánto suman el stock de leliq y pases?
Al mes de abril el stock suma $ 5.2
51.780 millones, por ese monto en los últimos 12 meses se pagaron interese por un total de $ 1.495.588 millones.
¿Entonces?
En los últimos 12 meses se emitieron $ 2.139.712 millones y se pagaron en intereses de deuda del Banco Central $ 1.495.588 millones. Una explosión de emisión de pesos que lo único que hace es potenciar la inflación todos los meses.
La suma de la emisión y el pago de intereses del Banco Central es más elevada que el déficit fiscal
Para ponerlo en números más simples, el déficit fiscal de los últimos 12 meses es de $ 2,5 millón de millones. La suma de lo emitido más la tasa pagada por la deuda del BCRA es de $ 3,6 millón de millones.
¿Consecuencias?
La primera consecuencia es que será difícil bajar la inflación y contener la brecha cambiaria con tanto desorden en las cuentas públicas, emisión más alta que en la pandemia y pago de intereses desmesurados por la deuda del BCRA.
¿Qué nos espera a corto plazo?
La inflación será cada vez más elevada, el Banco Central se verá obligado a subir la tasa de interés de política monetaria, esta tasa es la que se aplica a la deuda en leliq y pases, lo que genera un mayor pasivo del Banco Central y potencia a la suba la inflación y la brecha cambiaria.
Es un círculo vicioso
Más déficit es igual a más emisión, esto implica más inflación, suba de tasas, aumento de los intereses que paga el Banco Central y más brecha cambiaria.
¿Cómo se rompe este círculo vicioso?
Con un circulo virtuoso, esto implica superávit fiscal, no hay porqué emitir moneda, esto calma la inflación, podríamos entrar en un escenario de baja de tasas y la brecha cambiaria se podría reducir.
¿Argentina potencia?
El superávit fiscal es una condición necesaria pero no suficiente para sacar a la Argentina de la decadencia, necesitamos un plan de desarrollo económico, atrayendo inversiones con la mirada puesta en la localización de las empresas que llegan, las inversiones deberían estar orientadas mayoritariamente a empresas que exporten para generar más dólares que puedan financiar la llegada de bienes de capital para seguir creciendo, un aumento considerable en el empleo y el salario real.
Volvamos a la coyuntura…
En los últimos meses se vio una fuerte expansión del gasto público, especialmente en marzo y abril con tasas de crecimiento del 87%, mientras que los ingresos suben a un ritmo del 75%, esto implica que estamos generando las condiciones para aumentar el déficit fiscal, esto implicaría m
ás inflación y brecha cambiaria.
¿Qué proyecciones tenemos para el año 2022?
Estamos esperando una inflación por encima del 75% anual, esto implica una tasa de interés mayor al 60% anual y una devaluación del dólar oficial del 55% anual.
¿Cómo impacta esto en las inversiones financieras?
Con estos niveles de inflación hay dos productos para elegir, compra del dólar bolsa e instrumentos atados a la inflación. Los bonos que ajustan por el dólar oficial pueden ser una opción, pero con algunas consideraciones.
Vamos por parte, ¿dólar bolsa?
El dólar bolsa hoy cotiza muy cerca del dólar solidario y tiene una brecha inferior al 80%, creemos que están dadas las condiciones internacionales y locales para que este dólar tenga una brecha en torno del 100%. Esto implica que en la actual coyuntura debería valer en torno de $ 240 como piso.
¿Bonos que ajustan por inflación?
Estos bonos están bajo sospecha, ya que el próximo gobierno podría verse obligado a reperfilar esta deuda, en la actualidad estos bonos representan un stock de deuda equivalente a U$S 73.231 millones. Si el Estado no tiene superávit fiscal y la deuda no se puede licuar, lo más probable es que se termine reperfilando. Por eso lo mejor es hacer plazos fijos ajustados por inflación. Bonos solo de corto plazo, como el TX 23 que vence el 25 de marzo de 2023 y paga inflación más 1,65% anual. El TX 24 que vence el 25 de marzo de 2024 paga inflación más el 4,97% anual. La diferencia de tasa refleja tiempo y riesgo (probable reperfilamiento). Preferiría comprar obligaciones negociables o pagarés de empresas privadas cuyo capital ajusta por inflación y están avalados por una sociedad de garantía recíproca.
¿Bonos ajustados por dólar linked?
A no asustarse por los nombres, son bonos que ajustan según la evolución del dólar mayorista. El Estado emitió muy pocos bonos, pero en el ámbito privado hay pagarés y obligaciones negociables que ajustan por dólar mayorista y pagan tasas entre el 1% y 4% anual. Estos instrumentos privados en su mayoría están avalados por una sociedad de garantía recíproca.
Conclusión:
Una buena cartera de renta fija la podés armar con dólares billetes o bonos globales de Argentina en un 70%. Dentro de bonos globales preferimos un 60% en AL30 y 40% en AE38. El 20% en instrumentos ajustados por inflación y un 10% en bonos atados a la evolución del dólar mayorista. Las carteras tienen que comenzar a dolarizarse.
Para los amantes del riesgo comprar bonos globales en dólares a valores de 30% de paridad generan alta adrenalina, si las próximas elecciones la gana un presidente pro mercado, lo que hoy vale 30% mañana puede valer 60% sin mayores inconvenientes en un plazo inferior a 2 años. Podés cantar bingo en un corto período de tiempo. Atentos!
Fuente: Ambito, Argentina