La muerte de un migrante mexicano aviva las tensiones en la frontera de Arizona

KINO SPRINGS, Arizona — Gabriel Cuén Buitimea se escabullía por las tierras de un ranchero cerca de la frontera con México cuando comenzó el tiroteo. Cuén Buitimea dijo: “Me dieron”, antes de que sus ojos se pusieran en blanco y se desplomara bocabajo junto a un árbol de mezquite.

Para el alguacil del condado rural de Santa Cruz, Arizona, este testimonio —transmitido por un testigo— y otras partes de la investigación en torno a la muerte de Cuén Buitimea por arma de fuego parecían dejar en claro cuáles eran los siguientes pasos. La oficina del alguacil arrestó a George Alan Kelly, el ranchero sospechoso de hacer el disparo letal, y formuló cargos por homicidio.

Entonces comenzaron a llegar las llamadas de indignación.

“Esto es una calumnia”.

“Es una perversión de la justicia”.

“¿Desde cuándo los ilegales tienen derechos?”.

Para los rancheros conservadores y los críticos de la inmigración que se aferraron a este caso conforme pasaba de una red social a la otra, Kelly, de 74 años, era la verdadera víctima en un confuso relato de muerte y justicia en las tierras fronterizas políticamente volátiles de Arizona.

El tiroteo del 30 de enero agravó las tensiones por el aumento en la migración a través de la frontera. En el condado de Santa Cruz, muchas personas están horrorizadas por el homicidio y ven el número creciente de migrantes como una crisis humanitaria. Las autoridades dieron a conocer que Cuén Buitimea, de 48 años, un hombre mexicano, no estaba armado y cruzaba la frontera hacia Estados Unidos sin permiso legal para buscar trabajo. Sin embargo, quienes apoyan a Kelly y algunos otros rancheros consideran el incidente como evidencia de una “invasión” de migrantes y de drogas que amenaza su seguridad a lo largo de la frontera de 3152 kilómetros.

La muerte de Cuén Buitimea se ha sumado a un saldo sangriento de asesinatos que han tenido gran repercusión mediática a lo largo de la frontera y a una sensación de peligro en ambos lados.

En septiembre, se acusó a dos hombres estadounidenses de abrir fuego contra un grupo de migrantes que se había detenido para buscar agua en un charco en las afueras de la ciudad de El Paso, Texas. En marzo, dos estadounidenses murieron cuando recibieron disparos en un secuestro en Matamoros, México, lo cual subrayó la violencia descontrolada en el lado mexicano de la frontera.

Autoridades de las fuerzas del orden afirman que el tiroteo en el rancho de Kelly ocurrió después de que un grupo de migrantes que atravesaba el desierto cercano vio un vehículo de la Patrulla Fronteriza y se separó. Las autoridades indican que cuando dos hombres corrieron e ingresaron al rancho de casi 69 hectáreas, Kelly disparó su rifle AK-47 contra ellos e impactó a Cuén Buitimea en la espalda.

En documentos de la corte, la abogada de Kelly dio un recuento muy diferente, al narrar que el ranchero y su esposa estaban almorzando cuando escucharon un disparo. En los documentos, se lee que la defensora indicó que Kelly fue a su porche a investigar y a la distancia observó a un grupo de hombres con vestimenta de camuflaje y rifles de asalto atravesando su propiedad. Kelly realizó disparos de advertencia sobre sus cabezas después de que uno de los hombres le apuntó con un rifle, según los documentos.

A man in a white cowboy hat stands on a dirt road by the open door of a sliver gray SUV.
El alguacil David Hathaway, del condado de Santa Cruz, en Kino Springs, ArizonaCredit…Adriana Zehbrauskas para The New York Times
A man in a white cowboy hat stands on a dirt road by the open door of a sliver gray SUV.

Kelly y su abogada, Brenna Larkin, rechazaron hacer comentarios para este artículo.

Kelly se declaró inocente en marzo a los cargos de homicidio en segundo grado y ataque y se le liberó tras pagar una fianza de 1 millón de dólares. El juicio está programado para iniciar el 6 de septiembre.

Larkin disputa si Kelly efectuó el disparo letal. En una audiencia de la corte, parece haber presentado la posibilidad de que Cuén Buitimea haya sido asesinado en un conflicto entre pandillas rivales.

El asunto de la seguridad para los rancheros que viven en la frontera es complejo. La mayoría de los migrantes busca trabajo o quiere escapar de condiciones peligrosas. Aun así, el flujo de familias y migrantes jóvenes con frecuencia es manejado por redes de contrabandistas que controlan grupos del crimen organizado, incluyendo algunos de los carteles más violentos de México. Los rancheros en áreas remotas aseguran que se sienten vulnerables en especial debido a que están aislados.

Algunos rancheros han respondido a los números crecientes de migrantes que ingresan de manera ilegal al país poniéndoles agua para que beban en el desierto. Otros usan cámaras de cacería para monitorear a grupos que avanzan por barrancos y arroyos. Algunos rancheros aseveran que llevan rifles para defensa propia contra traficantes cuando revisan su ganado.

“La frontera está fuera de control”, comentó John Ladd, un ranchero en las afueras de Naco, Arizona, que manifestó que ha encontrado los cuerpos de 16 migrantes en sus tierras y que ha visto a personas con escaleras de 9 metros escalando secciones del muro fronterizo cercanas a su propiedad. “Todos están hartos. Cuando piensas que tu vida está bajo amenaza y tu esposa: todos llegamos a un punto en el que ya fue suficiente”.

Después del arresto de Kelly, decenas de personas desde Virginia hasta Florida y California se unieron en su defensa y recaudaron 425.000 dólares.

La historia y la economía del condado de Santa Cruz, cuya población es 80 por ciento hispana, tienen sus raíces en los lazos de “Ambos Nogales”, las ciudades gemelas que se extienden a ambos lados del muro fronterizo. Todos los días, miles de personas de Nogales, México, cruzan legalmente a Nogales, Arizona, transportando tomates y productos electrónicos en camiones, o a pie para hacer compras y visitar a familiares.

Aunque, en general, la tasa de delitos en Nogales, Arizona, es más alta que los promedios estatales, el crimen violento es menor. Además, según datos estatales, el crimen es escaso en las áreas rurales periféricas del condado de Santa Cruz, incluyendo el área de Kino Springs donde se ubica el rancho de Kelly. El condado entero de 50.000 habitantes a menudo registra uno o dos homicidios al año.

“Es una área muy pacífica y tranquila”, dijo el alguacil David Hathaway, un demócrata electo. Añadió que él y su esposa toman paseos al atardecer cerca de donde ocurrió el tiroteo.

Pero en una audiencia en la corte, otros agentes del orden público describieron el área alrededor del rancho de Kelly como un “área de alta criminalidad” donde el contrabando de drogas iba en aumento.

A man with white hair and a beard sits near a law enforcement official.
 George Kelly escucha un testimonio durante su audiencia preliminar en la Corte de Justicia de Nogales en Nogales, Arizona, en febrero.Credit…Foto de consorcio de Mark Henle
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uera de Nogales, la tierra del lado estadounidense de la frontera rápidamente se vuelve accidentada y remota, salpicada de ranchos y tierras públicas abiertas. Kilómetros del nuevo muro fronterizo terminan abruptamente al llegar a cauces del río y cañones, que sirven como puntos de cruce para migrantes y contrabandistas.

Al menos 894 migrantes murieron a lo largo de toda la frontera sur en el último año fiscal federal, un aumento del 58 por ciento con respecto al año fiscal anterior, según el Programa de Migrantes Desaparecidos de la Patrulla Fronteriza de EE. UU.

Para Kelly, el terreno bordeado de mezquites donde ocurrió el tiroteo representaba el sueño de sus últimos años cuando él y su esposa compraron la propiedad en 2002.

Los Kelly planearon construir un centro turístico donde turistas adinerados pagaran hasta 1000 dólares por noche para montar a caballo, caminar o mirar las estrellas, según los registros judiciales. Pero el complejo nunca se materializó.

A principios de los años 2000, Kelly llamó a la Oficina del Alguacil de Santa Cruz en varias ocasiones para reportar disparos en su propiedad, un allanamiento de morada e intentos de forzar sus cercas. En 2005, según un informe de un agente del alguacil, Kelly reportó ver a un grupo de migrantes en sus terrenos y contó que, cuando dos de los hombres se le acercaron después de que les gritó para que se detuvieran, usó su pistola para hacer un disparo de advertencia al aire.

Según testimonios de la corte, Kelly también hizo llamadas frecuentes a los oficiales de enlace de la Patrulla Fronteriza que sirven de contacto con los rancheros.

Muchos rancheros comerciales en el área no conocían a Kelly. Algunos lo calificaron de ser un “ranchero aficionado” en contraste con los que pastorean a cientos de cabezas de ganado.

Jim Chilton, un ranchero a favor del muro fronterizo en Arivaca, Arizona, indicó: “Ninguno de los rancheros con los que he hablado lo conoce”.

Two people walking along an empty street with store fronts.
Un cruce fronterizo para peatones en el centro de Nogales, Arizona, por donde transitan cientos de personas legalmente desde Nogales, México, para trabajar, ir de compras o visitar a familiares.Credit…Adriana Zehbrauskas para The New York Times
Two people walking along an empty street with store fronts.

Chilton aseveró que con regularidad ve grupos de personas con mochilas que cruzan sus tierras, pero precisó que suelen evitar su casa.

“Nunca he disparado, pero siempre estoy armado” declaró Chilton. Y agregó que sentía empatía por Kelly: “Puedo entender su frustración con la gente que atraviesa su propiedad”.

En una novela de 2013 publicada por él mismo y titulada Far Beyond the Border Fence, Kelly invoca la personalidad de un ranchero fronterizo llamado George que patrulla su rancho que es una “zona de guerra”. George se involucra en tiroteos con contrabandistas y se dirige a México para rescatar a familiares secuestrados.

Cuén Buitimea, de 48 años, se crio en una casa de adobe en la empobrecida ciudad agrícola de Buaysiacobe en el estado mexicano de Sonora, según sus parientes y amigos en ese lugar. De acuerdo con registros de la corte, Cuén Buitimea cruzó a Estados Unidos de manera ilegal y había sido deportado al menos tres veces entre 2011 y 2016.

Jesús Molina, un amigo de Cuén Buitimea, contó que vivía con sus dos hijas mayores en Nogales, México. En ocasiones, regresaba a Buaysiacobe, a poco más de 560 kilómetros de la frontera, donde su madre y otros familiares residían. Molina aseveró que en Buaysiacobe, Cuén Buitimea trabajaba en los campos de cebolla y pasaba su tiempo libre con amigos en una vulcanizadora.

En papeles presentados a la corte, la abogada de Kelly afirmó que Cuén Buitimea debió haber sido un contrabandista, “de personas, drogas o ambos”, porque los investigadores encontraron un radio de comunicación junto a su cadáver, a unos 90 metros de la casa de Kelly.

Agentes de la oficina del alguacil en el condado de Santa Cruz declararon que ellos creían que Cuén Buitimea se dirigía a Phoenix a buscar trabajo como instalador y reparador de techos y que no habían encontrado ninguna evidencia de que hubiera sido un traficante.

Los registros de la corte muestran que un testigo les dijo a los investigadores que él y Cuén Buitimea pasaban por la zona cuando un hombre con un rifle abrió fuego sin ninguna advertencia.

Según testimonios de los agentes de fuerzas del orden, Kelly le habló a la Patrulla Fronteriza para reportar que le estaban disparando y que estaba devolviendo el fuego y persiguiendo a un grupo de hombres. Los agentes que respondieron al llamado realizaron una búsqueda en el área, pero no hallaron a nadie.

Hacia la tarde, Kelly le mencionó a un operador telefónico del alguacil que había encontrado el cuerpo de Cuén Buitimea. En una grabación de la llamada al 911 obtenida mediante una solicitud de datos públicos, Kelly asegura que está reacio a hablar por teléfono y le indica al operador que descubrió a “un animal que yacía bocabajo”.

El operador pregunta: “¿Un animal?”.

Kelly responde: “Un animal. Y sabe qué es un animal: no es vegetal o mineral. Es un cuerpo y sabe de qué estoy hablando”.

En documentos legales, la abogada de Kelly ha calificado las declaraciones de los testigos como “altamente sospechosas” y ha señalado que son contradictorias y no coinciden con la evidencia física.

Quienes apoyan a Kelly y han hablado con su familia revelan que él y su esposa han dejado el rancho en Kino Springs porque están preocupados por su seguridad. El camino de tierra que lleva a la propiedad está cerrado con una cerca con llave y un letrero en el que se lee: “Prohibido el paso”.

María Dolores Hernandez Gil colaboró con reportes desde Buaysiacobe, Mexico, y Eileen Sullivan desde Washington. @Kirsten Solis colaboró en la investigación.

Jack Healy es un corresponsal nacional radicado en Colorado. Su cobertura se centra en las zonas rurales y la vida fuera de los centros urbanos de Estados Unidos. Ha trabajado en Irak y Afganistán y se graduó en la escuela de periodismo de la Universidad de Missouri. @jackhealynyt • Facebook


Jack Healy is a Phoenix-based national correspondent who focuses on the fast-changing politics and climate of the Southwest. He has worked in Iraq and Afghanistan and is a graduate of the University of Missouri’s journalism school.

Fuente: NYT, en español, EEUU

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