Este amor político tiene, por supuesto, mucha conveniencia. Es que la interna dentro de Juntos por el Cambio va quedando cada vez más clara, con dos posiciones antagónicas entre Horacio Rodríguez Larreta y la presidenta del PRO.
En ese marco, Bullrich se juntó con varios dirigentes del radicalismo, como Alfredo Cornejo, Rodolfo Suárez y el correntino Gustavo Valdés. Todos dirigentes que, de a poco, se van alineando detrás de la candidatura de la ex ministra de Seguridad.
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño mantiene una buena relación con el jujeño Gerardo Morales que, por ahora, se considera un candidato presidenciable, aunque habrá que ver cómo se desarrollan las encuestas de las próximas semanas. Y, a partir de esas cifras, saber si reconsidera su postura y se suma a la fórmula de Larreta.
El otro radical que se encolumna detrás del precandidato presidencial es el radical Martín Lousteau, quien pretende sucederlo en la elección de la Ciudad.
En medio de estas idas y venidas en el espacio opositor, surge el vínculo menos pensado entre el neurocirujano y una de las figuras más duras del PRO.
AO JL
Fuente: Perfil, Argentina.