Prominentes figuras políticas y públicas de Nueva Zelanda denunciaron que la primera ministra, la laborista Jacinda Ardern, quien dimitió de forma inesperada el jueves (19.01.2023), fue sometida a un acoso y amenazas “sin precedentes” que no hizo sino ir en aumento en los últimos años.
La exprimera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, primera mujer en ocupar el cargo, afirmó que Ardern se había enfrentado a un nivel de ataques “sin precedentes” durante su mandato, que empezó en 2017, siendo reelegida en 2020.
“La presión sobre los primeros ministros siempre es alta, pero en la era de las redes sociales, el ‘clickbait’ y las noticias durante 24 horas los 7 días de la semana, Jacinda ha sido sometida a un nivel de odio y acoso que para mí no tiene precedentes en nuestro país”, dijo Clark tras el anuncio de Ardern.
Por su parte, la dirigente del Partido Maorí, Debbie Ngarewa-Packer, definió a Ardern como una “líder excepcional” que “ha sido sacada del cargo por el constante vilipendio” del que ha sido objeto.
“Su familia ha hecho frente a los ataques más feos posibles durante los pasados dos años”, denunció Ngarewa-Packer.
El jueves, Ardern anunció por sorpresa que abandonará el cargo no más tarde del 7 de febrero al no tener ya “energías” para continuar, si bien afirmó que los abusos dirigidos contra ella o su familia no han sido un “factor decisivo” para su renuncia.
La Policía de Nueva Zelanda informó el pasado junio que las amenazas contra Ardern se habían casi triplicado en los últimos tres años, en parte debido al movimiento antivacuna -que protagonizó protestas masivas en 2022- y a la oposición a la legislación para regular las armas de fuego.
Durante 2022, las apariciones públicas de Ardern atrajeron más grupos de oponentes, destacó Radio New Zealand. Aseguró que “varios hombres fueron detenidos por amenazar con asesinar” a la dirigente en 2022.
La directora del Proyecto contra la Desinformación en Nueva Zelanda, Kate Hannah, declaró a este medio que “la misoginia y la violencia dirigidas contra Ardern no solo ha aumentado en volumen en los últimos dos años”, sino que también “se han vuelto más peligrosas”.
Si bien el estilo de liderazgo directo y amable de Ardern ha sido muy aplaudido dentro y fuera del país, su popularidad decayó en parte a raíz de la gestión de la pandemia de COVID-19, por los confinamientos y la posterior ola de críticas del movimiento antivacuna, así como el alza de precios y la amenaza de recesión.
gs (efe, Radio New Zealand)