Han ido a la guerra dos veces por su causa y ahora ambos tienen armas nucleares.
Pero, ¿por qué India y Pakistán se disputan Cachemira?
¿Y por qué la región está tensando de nuevo las relaciones entre las dos potencias nucleares del sudeste asiático?
Te explicamos el origen del conflicto en tres preguntas.
1. ¿Qué tan vieja es la disputa?
Cachemira ya era objeto de agrias disputas incluso antes de que India y Pakistán se independizaran de Reino Unido en agosto de 1947.
Según el plan de reparto contemplado por el Acta de Independencia de la india, Cachemira podía elegir libremente si ser parte de India o de Pakistán.
Pero cuando en 1947 el gobernante local, marajá Hari Singh, eligió a India, estalló una guerra que duró dos años.
Una nueva guerra le siguió en 1965 y, en 1999 India también se vio envuelta en un breve pero intenso conflicto con tropas rebeldes apoyadas por Pakistán.
Para esa época ambos países ya se habían declarado a sí mismos potencias nucleares.
2. ¿Por qué hay tantas tensiones en la parte administrada por India?
Muchos de los habitantes del territorio no quieren ser gobernados por India y prefieren ya sea la independencia o una unión con Pakistán.
Más del 60% de los habitantes del estado indio de Jammu y Cachemira profesan la fe islámica, lo que lo convierte en el único estado del país donde hay una mayoría de musulmanes.
Las altas tasas de desempleo y las denuncias de violencia excesiva por parte de las fuerzas de seguridad que se enfrentan a manifestantes e insurgentes armados también han agravado el problema.
La insurgencia violenta en Cachemira ha ido y venido desde 1989, pero la región ha estado viviendo una nueva ola de violencia a raíz de la muerte del líder militante Burhan Wani en julio de 2016.
Wani, de 22 años, tenía una presencia muy activa en redes sociales y, para muchos, sus videos habían logrado revitalizar y legitimar a los militantes.
Su muerte en combate contra las fuerzas de seguridad indias provocó gigantescas protestas en todo el valle.
Miles de personas asistieron al funeral de Wani, que se celebró en su pueblo natal, Tral, ubicado a unos 40 kilómetros al sur de la capital, Srinagar.
Luego del funeral se registraron choques con las fuerzas de seguridad que desencadenaron un círculo de violencia letal que duró días y dejó más de 30 civiles muertos y numerosos heridos.
Desde entonces, diversos episodios de violencia esporádica se han producido en el estado.
En total, más de 500 personas murieron en 2018, incluyendo civiles, miembros de las fuerzas de seguridad y militantes. Esa es la cifra anual más alta en una década.
Y la muerte de más de 40 soldados indios en un ataque suicida en febrero de 2019 -el ataque individual más letal desde el inicio de la insurgencia hace tres décadas- ha complicado las cosas más todavía.
India acusa del ataque a grupos de militantes apoyados por Pakistán y ha dicho que hará todo lo posible por aislar internacionalmente a Islamabad.
Aviones indios también atacaron a grupos militantes en territorio pakistaní, complicando aún más una situación ya muy tensa.
3. ¿No había empezado el siglo con esperanzas de paz?
Efectivamente, luego de años de derramamiento de sangre a lo largo de la frontera de facto también conocida como “Línea de control”, en 2003 India y Pakistán acordaron un cese del fuego.
Luego Pakistán también prometió dejar de financiar a los insurgentes en su territorio, mientras India les ofreció una amnistía si renunciaban a su militancia.
En 2014, sin embargo, un nuevo gobierno llegó al poder en la India y prometió una postura más dura en relación con Pakistán, aunque también demostró interés en posibles conversaciones de paz.
Nawaz Sharif, el entonces primer ministro de Pakistán, también asistió a la toma de posesión de su par indio Narendra Modi.
Pero un año después, India culpó a grupos con sede en Pakistán de un ataque a su base aérea en Pathankot, en el estado norteño de Punyab.
Modi también canceló una visita a la capital pakistaní, Islamabad, que era parte de una cumbre regional en 2017.
Desde entonces, no ha habido ningún avance en las conversaciones entabladas entre ambos países vecinos.
En junio de 2018, el partido de Modi se retiró de una coalición gubernamental liderada por el Partido Popular Democrático de la región. Desde entonces, el estado ha estado bajo la dirección directa de Nueva Delhi, algo que incrementó el malestar.
Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.