Después de decenas de anuncios, previsiones de un optimismo desbordante, pocas cosas tangibles y mucho, mucho humo, Marck Zucberberg se ha visto obligado a bajar a la tierra el metaverso ante la presión de sus inversores, a los que ha tenido que reconocer que la enorme inversión que va a hacer Meta en el desarrollo del citado universo digital va a suponer que pierdan mucho dinero en los próximos tres o cinco años, según informa Bloomberg.
Asimismo, la junta directiva de Meta también ha reconocido que algunos de los productos más potentes para que el metaverso sea una realidad no serán viables hasta dentro de 10 o 15 años.
Una apuesta arriesgada. La inversión de Meta en el metaverso es, probablemente, la apuesta más arriesgada que ha hecho cualquier tecnológica hasta la fecha. Sólo en 2021, la compañía invirtió 10.000 millones para este fin, con 10.000 empleados dedicados en exclusiva a desarrollar el proyecto y con la intención de contratar a otros 10.000 a medio plazo. Algo que podría retrasarse porque, como ya explicamos en Xataka, la empresa ha paralizado las contrataciones por el descenso de sus ganancias y la mala situación económica global.
Esas cifras suponen que la compañía de Zuckerberg estaría invirtiendo en I+D, aproximadamente, el 30% de sus ingresos sólo en el metaverso. Las otras grandes tecnológicas, además de diversificar en varios proyectos, no superan el 15% de inversión de su facturación en este apartado, como informamos en Xataka.
Un negocio multimillonario… En teoría. Las estimaciones de mercado sobre el metaverso, desde luego, invitan al optimismo: de acuerdo con Bloomberg, el negocio de esta nueva frontera de internet podría mover para 2024 unos 800.000 millones de dólares al año. Pero son sólo eso, proyecciones que bien podrían no cumplirse.
Delirios de grandeza. El riesgo, por tanto, es considerable, pero Zuckerberg no atiende a razones y sólo tras muchos meses de presiones ha cedido y ha admitido que el metaverso va a ser una máquina de quemar dinero ante los inversores. Según han explicado varios trabajadores de la compañía a Business Insider, el CEO de Meta está obsesionado con este proyecto, no está interesado en nada que no esté relacionado con él y carece de una estrategia coherente y prudente para su desarrollo. Por lo tanto, todo hace pensar que no tiene un plan B si el A no sale como espera.
De hecho, en la reunión con inversores en la que Zuckerberg admitió las pérdidas asociadas al metaverso, el creador de Facebook rechazó hasta 12 propuestas de los accionistas, una de ellas directamente relacionada con su arriesgada apuesta: le pidieron que Meta encargase un informe sobre si la implementación continua del metaverso era algo prudente y apropiado. Y como Zuckerberg ejerce un poder absoluto en la junta de accionistas, la compañía se negó.