La Corte en disputa: el Senado reabre el debate por su integración y suma presión al Gobierno

Luego del fracaso del Gobierno en su intento de completar la Corte Suprema y tras el revés opositor sufrido en abril, el Senado se dispone a retomar —aunque con cautela— el postergado debate sobre la integración del máximo tribunal. Esta semana, un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia reactivará la discusión sobre el número de miembros y la paridad de género en la Corte, en un contexto institucional atravesado por tensiones políticas internas y señales ambiguas del oficialismo.

La presidenta de Asuntos Constitucionales, Alejandra Vigo (peronismo disidente), encabezará el plenario. Su rol genera dudas entre algunos senadores, incluso dentro de su propio interbloque Provincias Unidas, debido a su cercanía con la Casa Rosada y la falta de una posición clara del Ejecutivo sobre el rumbo del proyecto. La sospecha es que el Gobierno de Javier Milei no tiene verdadera intención de avanzar con una reforma, sino que busca ganar tiempo y evitar nuevas derrotas parlamentarias.

En el Congreso existen propuestas que van desde ampliar la Corte de cinco a siete, nueve e incluso quince miembros. Esta última iniciativa se asemeja al proyecto aprobado por el Frente de Todos en 2022, que nunca prosperó en Diputados. Tampoco se olvida el fallido intento de reforma judicial impulsado en 2020, que terminó en papelón legislativo con cambios improvisados durante la sesión.

Antes de que terminara mayo, el plenario ya había tenido una primera reunión informativa. En ese encuentro, sectores de la oposición dialoguista expresaron su preocupación por el uso creciente de conjueces ante la falta de mayoría en un tribunal con solo tres miembros activos. El senador Juan Carlos Romero advirtió sobre el riesgo de perder la coherencia jurisprudencial: “Si no hay mayoría entre los jueces titulares, se convoca a conjueces. Esto puede dilatar las resoluciones o incluso cambiar líneas históricas de fallos”.

El kirchnerismo, por su parte, fue más directo. El jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, pidió la salida de los tres actuales miembros de la Corte. “No están a la altura de las circunstancias”, disparó. Poco después, el máximo tribunal dictó una condena contra su jefa política, la expresidenta Cristina Kirchner.

Con el correr de los días, Mayans suavizó el tono, pero no el fondo: “Vamos a trabajar para una Corte con siete miembros, y con un piso del 40% de representación femenina”. Esa postura se alinea con varias de las propuestas que podrían derivar en un dictamen de mayoría, aunque en el Senado muchos dudan de que haya avances concretos antes de fin de agosto.

Para este miércoles a las 11, el plenario convocó a exponer a representantes de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, el Colegio Público de Abogados y constitucionalistas. Un día después, también a las 11, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ingresará al recinto del Senado para brindar su primer informe de gestión. No solo deberá enfrentar las preguntas del kirchnerismo, sino también la incomodidad creciente de los bloques dialoguistas, que ya no actúan como aliados automáticos del Ejecutivo.

La Corte, mientras tanto, sigue incompleta. Y el clima político, lejos de ofrecer certezas, multiplica las dudas.

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