La crisis financiera que sacude a los mercados globales no se detiene en la caída de las acciones o las criptomonedas. El precio internacional del petróleo también se ve fuertemente afectado y, con él, se abre la posibilidad —aún incierta— de una baja en los combustibles en la Argentina.
El desplome del crudo es una de las consecuencias más visibles de la reciente política arancelaria impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Su decisión desató temores de una posible recesión global y encendió alarmas en todos los mercados de materias primas.
El Brent cae 14% en una semana
El precio del barril Brent, referencia clave para la formación de precios en la Argentina, cayó de US$ 74,84 a US$ 64 en tan solo una semana, lo que representa una baja del 14,48%. Este derrumbe, de continuar, podría impactar positivamente en el precio de las naftas y el gasoil a nivel local.
¿Cómo se calcula el precio de los combustibles?
En Argentina, el valor de los combustibles se ajusta al inicio de cada mes y responde a tres variables clave:
- Las expectativas oficiales de inflación.
- La devaluación del peso frente al dólar oficial (con un “crawling peg” del 1% mensual).
- El precio internacional del crudo, especialmente el barril Brent.
Por eso, una baja sostenida del petróleo podría traducirse en una reducción de los precios en los surtidores. Pero los expertos advierten que el traslado no es automático ni proporcional.
Qué dicen los especialistas
Daniel Montamat, exsecretario de Energía y expresidente de YPF, aseguró que “hay que esperar que la baja del Brent impacte en las cotizaciones del Golfo para la nafta y el gasoil”, aunque aclaró que suele haber un delay de varios días.
Jorge Lapeña, también exsecretario de Energía, fue más escéptico: “El precio debería bajar, pero en Argentina siempre existe el riesgo de que no se traslade al consumidor. Podría volver el ‘barril criollo’, como pasó muchas veces antes”, en alusión a una estrategia de desacople entre precios locales e internacionales.
Para Alejandro Einstoss, del Instituto Argentino de Energía General Mosconi, “la lógica indica que los precios internos deberían bajar, como subieron en su momento”. Sin embargo, advirtió que la volatilidad actual complica las proyecciones: “Hay que esperar al cierre del trimestre para tener una idea más clara del impacto real”.
Un alivio inflacionario, pero con costos
Una baja en los combustibles podría ser una buena noticia para el Gobierno en su intento por contener la inflación. Pero también implica un riesgo: si el precio internacional del crudo se mantiene bajo, el superávit energético proyectado para 2025 podría verse seriamente afectado.
Según la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH), antes del cimbronazo global se esperaba un superávit comercial del sector de US$ 7.500 millones, cifra clave para sostener el equilibrio macroeconómico. Ese cálculo ahora podría quedar bajo revisión.
En resumen
La caída del petróleo representa una rara señal positiva en un escenario económico internacional sumamente adverso. Aunque no hay certezas, el mercado espera que el precio de los combustibles refleje la baja del crudo. Sin embargo, como todo en Argentina, la posibilidad de que los surtidores lo noten dependerá tanto de la evolución del contexto global como de las decisiones políticas locales.