El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que Argentina ha solicitado un préstamo de USD 20.000 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque la aprobación final aún está pendiente. Este pedido se enmarca dentro de un nuevo programa de financiamiento que el Gobierno busca acordar con el organismo internacional para reforzar las reservas y estabilizar el mercado cambiario.
Negociaciones en marcha con el FMI
El anuncio se realizó luego de una conversación clave entre Caputo y la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, lo que se interpretó como un intento del Gobierno de calmar la volatilidad de los mercados financieros. La incertidumbre sobre la política cambiaria y las exigencias del FMI generaron tensión en los mercados, con los dólares alternativos superando la barrera de los $1.300, un nivel que no se veía desde septiembre del año pasado.
Según fuentes del organismo, la reunión informal entre el equipo técnico del FMI y el directorio ejecutivo celebrada el martes pasado representó un paso clave para avanzar en el nuevo acuerdo. En este contexto, se evalúa un programa de facilidades extendidas por cuatro años, con un monto estimado en 15.000 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG), equivalentes a los USD 20.000 millones solicitados por Argentina.
Fuentes del FMI aseguraron que las conversaciones están avanzadas y en el marco de los procesos internos habituales del organismo, lo que refuerza las expectativas de un acuerdo en el corto plazo.
El contexto financiero y cambiario
La economía argentina atraviesa semanas de alta volatilidad cambiaria, con el Banco Central vendiendo más de USD 1.300 millones en las últimas siete ruedas para contener la brecha entre el tipo de cambio oficial y los alternativos. Esta situación se agravó tras declaraciones del ministro Caputo en las que evitó ratificar la continuidad del esquema de “crawling peg” (devaluación administrada), lo que generó rumores sobre posibles exigencias del FMI respecto a un ajuste cambiario.
Desde el Gobierno, sin embargo, aseguran que el préstamo permitiría fortalecer las reservas internacionales y evitar una corrección abrupta en el tipo de cambio. En este sentido, el presidente Javier Milei se mantiene en contacto con Caputo y otros funcionarios clave para evaluar el avance de las negociaciones.
Apoyo internacional
El Gobierno argentino busca consolidar el respaldo de países clave en el FMI, incluyendo Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, China y Japón. En una señal de apoyo, el presidente francés Emmanuel Macron publicó un mensaje en redes sociales tras dialogar con Milei, asegurando que “el pueblo argentino siempre podrá contar con el apoyo de Francia”.
Si bien no hubo confirmación oficial, se sabe que el Ejecutivo argentino ha mantenido conversaciones con otros mandatarios y funcionarios de alto nivel, incluyendo a la primera ministra italiana Giorgia Meloni y al expresidente estadounidense Donald Trump. Estos respaldos son clave, dado que Estados Unidos tiene el mayor peso dentro del directorio del FMI, lo que podría facilitar la aprobación del nuevo programa de asistencia financiera.
Definiciones pendientes sobre la política cambiaria
Uno de los puntos más sensibles de la negociación con el FMI es la política cambiaria. El organismo ha insistido en la necesidad de que Argentina acumule reservas y que el tipo de cambio oficial alcance un nivel de equilibrio. En este sentido, se especula con que el nuevo acuerdo podría incluir un esquema de bandas cambiarias, permitiendo mayor flexibilidad en la cotización del dólar sin abandonar del todo la referencia oficial.
Si bien el FMI ha flexibilizado su postura en los últimos años y permite intervenciones oficiales en el mercado cambiario, se espera que en el acuerdo se fijen condiciones para garantizar la estabilidad monetaria. Desde el Palacio de Hacienda aseguran que no habrá una devaluación abrupta, aunque la posibilidad de ajustes graduales sigue en discusión.
Próximos pasos y expectativas
El presidente Milei ha indicado que el nuevo acuerdo con el FMI podría cerrarse hacia mediados de abril, aunque fuentes oficiales no descartan que la fecha se extienda hasta fines de mes. De todos modos, se espera que antes de la firma definitiva se anuncie un acuerdo técnico (staff agreement), lo que podría traer mayor certidumbre a los mercados.
En cuanto al impacto inmediato del préstamo, los analistas señalan que no implicará una eliminación automática del cepo cambiario. Según la postura oficial, se deben cumplir tres condiciones antes de levantar las restricciones cambiarias:
- Que la tasa de inflación converja a la tasa internacional, neta de la tasa de devaluación.
- Que la Base Monetaria coincida con la Base Monetaria Amplia.
- Que se solucione el problema de “stock” del Banco Central.
A diferencia de negociaciones anteriores, esta vez el ajuste fiscal no es un punto de conflicto, ya que el Gobierno ha adoptado un programa de austeridad más severo que el requerido por el FMI. En cambio, la principal discusión gira en torno a la acumulación de reservas y el esquema cambiario que se adoptará.
Conclusión
El pedido de financiamiento al FMI por USD 20.000 millones representa un intento del Gobierno de fortalecer las reservas, reducir la volatilidad cambiaria y dar previsibilidad al mercado financiero. Con el apoyo de países influyentes dentro del FMI y la expectativa de un acuerdo en las próximas semanas, la clave estará en las condiciones que imponga el organismo, especialmente en materia cambiaria.
Mientras tanto, los mercados seguirán atentos a los avances de las negociaciones y a las definiciones del Gobierno sobre el futuro del cepo y la estrategia de intervención en el mercado de cambios. En este contexto, la economía argentina se juega una carta clave para estabilizar su situación financiera en los próximos meses.