El recinto de la Cámara de Diputados fue escenario de un escándalo cuando los legisladores Oscar Zago y Lisandro Almirón protagonizaron una pelea a golpes, en un clima de tensión política marcado por la represión a jubilados en las calles.
El conflicto estalló cuando Zago, del MID, intentó votar la ratificación de Marcela Pagano como presidenta de la Comisión de Juicio Político, en línea con la postura del peronismo. Los libertarios reaccionaron con insultos y empujones, logrando apartarlo de su banca, lo que derivó en una trifulca física dentro del recinto.
En medio del caos, Rocío Bonacci arrojó un vaso de agua a la diputada Celeste Ponce, quien la increpaba junto a Lilia Lemoine. La situación escaló aún más cuando Almirón, alineado con Karina Milei, bloqueó el paso de Zago y lo amenazó: “Te voy a cagar a trompadas”.
El trasfondo político del conflicto
El escándalo se dio mientras la oposición intentaba votar la normalización de la Comisión de Juicio Político y la derogación de las facultades delegadas de la Ley Bases. Durante la sesión, el kirchnerismo buscó reactivar el tratamiento del juicio político contra el presidente Javier Milei por el criptogate, además de ratificar las autoridades de la comisión.
La disputa en torno a Marcela Pagano había comenzado en abril, cuando fue designada presidenta del cuerpo con la presunta venia de Milei. Sin embargo, Martín Menem y Karina Milei maniobraron para frenar su asunción, suspendiendo la reunión por correo electrónico, lo que fue desconocido por los bloques opositores.
El enfrentamiento interno en La Libertad Avanza terminó con la expulsión de Zago del bloque y con Pagano internada en un sanatorio.
El intento de votación y el levantamiento de la sesión
Cuando el peronismo intentó forzar la votación con 131 legisladores en el recinto, la tensión se disparó. Almirón bloqueó físicamente a Zago, mientras Ponce y Lemoine presionaban a Bonacci y Pagano para que abandonaran sus bancas.
En medio del tumulto, el presidente de la Cámara, Martín Menem, aprovechó la confusión para verificar los registros electrónicos de asistencia y, justo cuando Victoria Tolosa Paz pedía la votación, levantó la sesión por falta de quórum.
La maniobra desató la furia del kirchnerismo, que se abalanzó sobre Menem al grito de fraude legislativo. La sesión terminó en escándalo, con el oficialismo logrando bloquear la votación y la oposición denunciando un atropello institucional.
