El Gobierno logró, por poco, conseguir el quórum necesario para iniciar la sesión que busca suspender las PASO, después de intensas negociaciones de último minuto. Horas antes, el radicalismo había amenazado con no dar quórum si se mantenía la convocatoria para la sesión del viernes por el pliego de Ariel Lijo, lo que obligó al presidente del Senado, Bartolomé Abdala, a ceder y cancelar dicha sesión. La tensión se mantuvo hasta el último segundo, cuando, casi fuera de tiempo, los senadores radicales, que inicialmente se habían mostrado en contra, comenzaron a llegar al recinto y salvaron la situación.
La negociación interna del bloque radical fue todo un desafío. Unas horas antes de la sesión, la bancada había acordado presionar al Gobierno para cancelar la sesión del viernes, y si el oficialismo no cedía, amenazaron con vaciar el recinto. Abdala, sin la UCR, no podía garantizar el quórum para suspender las PASO, por lo que tuvo que ceder ante la presión. Sin embargo, esa victoria fue breve: a la hora de discutir la creación de la comisión investigadora por el caso $Libra, el presidente del bloque radical, Eduardo Vischi, puso en duda su apoyo, lo que sumó incertidumbre a la situación. Las tensiones dentro de la UCR seguían latentes, mientras el Gobierno se enfrentaba a nuevas complicaciones dentro del Senado.
