La reciente sesión en el Senado que concluyó con la expulsión del legislador Edgardo Kueider sigue generando repercusiones. En un gesto inusual, el Gobierno difundió la notificación oficial enviada a la vicepresidenta Victoria Villarruel sobre el viaje presidencial a Italia, junto con una captura de un chat que evidencia el envío del comunicado a su secretaria, Guadalupe Jones. Este acto busca desmentir las declaraciones del entorno de Villarruel, quienes habían asegurado no haber recibido información sobre la ausencia del presidente Javier Milei.
La carta, firmada por el jefe de Casa Militar, Sebastián Ibáñez, detalla que Milei partiría hacia Roma el 12 de diciembre a mediodía, con regreso previsto para el 15 de diciembre por la noche. Desde la Casa Rosada, la intención de divulgar estos documentos fue clara: “La única intención es exponer que mintió”, afirmó un funcionario cercano al presidente. Sin embargo, descartaron tomar medidas contra la vicepresidenta, a pesar de que consideran que la expulsión de Kueider —cuyo lugar fue ocupado por Stefania Cora, de La Cámpora— fue un duro golpe para el Ejecutivo.
Villarruel y la Sesión en el Senado: Un Juego de Estrategias
Fuentes cercanas al oficialismo señalan que Villarruel inicialmente buscaba la suspensión de Kueider, pero enfrentó la resistencia de miembros del PRO y la UCR, lo que complicó las negociaciones. Finalmente, tras largas demoras y conversaciones infructuosas, se votó su expulsión. Desde el Gobierno consideran que esta maniobra debilitó la posición de la vicepresidenta, quien queda más aislada del Ejecutivo.
El quiebre en la relación entre ambas partes es evidente. Según fuentes oficiales, no existe diálogo directo entre el presidente y Villarruel, siendo el jefe de ministros, Guillermo Francos, el único canal formal de comunicación, aunque esta semana tampoco hubo contacto entre ellos. En contraste, figuras como el jefe de bancada libertaria, Ezequiel Atauche, y el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, tuvieron mayor actividad en los pasillos oficiales.
El Traspaso del Mando: Confusión o Estrategia
Otro punto de discordia fue el traspaso del mando presidencial. Según el protocolo, este se vuelve automático una vez que el presidente abandona el territorio nacional. Sin embargo, el escribano encargado del trámite llegó al Senado a las 19, cuando la sesión ya había terminado. Esto generó dudas sobre si la falta de coordinación fue un simple error administrativo, desconocimiento del reglamento parlamentario o parte de una estrategia política mayor.
Lo que parece claro es que Villarruel culmina el año como lo comenzó: enfrentada al Gobierno y aislada en un escenario político cada vez más polarizado. En la Casa Rosada, el malestar persiste, pero también la certeza de que la vicepresidenta, al menos en esta ocasión, salió debilitada.