El presidente Javier Milei se desligó del escándalo por la detención del senador kirchnerista Edgardo Kueider en Paraguay, al ser consultado este miércoles antes de su participación en la Convención Conservadora CPAC, realizada en Puerto Madero.
“Es un tema del kirchnerismo, lo tienen que resolver ellos”, afirmó Milei al ingresar al hotel Hilton junto a su pareja, Amalia “Yuyito” González, y la diputada Lilia Lemoine. Así, evitó profundizar sobre el caso que involucra al legislador detenido con más de 200 mil dólares sin declarar.
Durante el evento, Milei también envió un mensaje político claro: su gobierno no está dispuesto a negociar ni a consensuar con otros espacios políticos. “Si no pensábamos negociar antes, ahora que los resultados nos acompañan, menos”, subrayó el mandatario en su discurso de cierre.
El escándalo de Kueider, acusado de lavado de dinero, sacudió el panorama político. Según las investigaciones, habría cruzado varias veces la frontera con sumas de dinero similares, siempre acompañado por su secretaria. Desde el kirchnerismo intentaron desvincularse, pero Milei aprovechó para redoblar las críticas contra Cristina Kirchner, a quien calificó como “la jefa de la banda”.
En su exposición, el Presidente destacó los logros de su gestión: “Tenemos mejor imagen que cuando llegamos, logramos el ajuste más grande de la historia y demostramos que no somos como los políticos clásicos”. También lanzó fuertes críticas contra lo que denominó “el periodismo ensobrado” y quienes cuestionaron la viabilidad de su gobierno.
Cerrando con tono provocador, Milei entonó irónicamente la canción de cumbia “Que llore, que llore”, como mensaje a sus detractores, reafirmando que su gestión busca romper con la política tradicional: “Nos importa un rábano la opinión de los políticos”.
De este modo, el líder de La Libertad Avanza reforzó su postura de confrontación con los partidos tradicionales y marcó el tono de su gobierno de cara al futuro político del país.