Un reciente ataque ucraniano con misiles Storm Shadow, suministrados por el Reino Unido, ha dejado herido a un general norcoreano y causado la muerte de varios oficiales enviados por Pyongyang a la región rusa de Kursk. Este incidente ocurrió en un centro de mando ruso ubicado en Marino y representa un golpe significativo en la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte. Según fuentes ucranianas citadas por el Financial Times, el coronel general Kim Jong Bok, enviado para supervisar las operaciones de tropas norcoreanas en el área, podría haber estado presente durante el ataque, aunque esta información no ha sido confirmada oficialmente.
El ataque en Marino es solo uno de varios recientes dirigidos a posiciones norcoreanas en la región, según las autoridades ucranianas. El Wall Street Journal también reportó que un general norcoreano resultó herido en la ofensiva, subrayando el alcance del impacto sobre los altos mandos de Pyongyang involucrados en el conflicto.
El Rol de Corea del Norte en Kursk
Corea del Norte ha desplegado miles de soldados en la región de Kursk, en lo que se percibe como una estrategia conjunta con Rusia para reforzar las líneas de combate contra Ucrania. Según estimaciones de inteligencia ucraniana, más de 11.000 soldados norcoreanos están en Kursk, desempeñando funciones de apoyo logístico y entrenamiento para unidades de combate de élite. Esto permite a Rusia redirigir más de 50.000 tropas hacia el frente de combate en Ucrania.
Preparación para el combate
Las tropas norcoreanas han estado entrenándose junto con fuerzas de infantería naval y aerotransportadas rusas en Kursk. Estas maniobras buscan convertir a los soldados de Pyongyang en unidades de asalto efectivas, capaces de operar en el contexto de la guerra moderna. Para Corea del Norte, esta experiencia en combate real es vista como estratégica, ya que proporciona un conocimiento práctico invaluable para sus fuerzas armadas.
Costo humano
Sin embargo, Pyongyang asume que esta participación tendrá un alto costo humano. Según inteligencia ucraniana, Corea del Norte espera perder entre el 30% y el 40% de las tropas desplegadas en combate. A pesar de estas proyecciones, el régimen de Kim Jong-un considera que el retorno de soldados con experiencia en el campo de batalla será un activo importante para fortalecer su ejército.
Arsenal Norcoreano en Apoyo a Rusia
Además de tropas, Corea del Norte ha enviado importantes suministros de armas y municiones para reforzar a las fuerzas rusas. Entre las entregas recientes se encuentran:
- Obuses autopropulsados M1989 de 170 mm.
- Sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple de 240 mm.
- Más de 100 misiles balísticos KN-23 y KN-24.
- Más de 9 millones de proyectiles de artillería.
Parte de este arsenal ha sido ubicado estratégicamente en Kursk, mientras que el resto permanece en depósitos para ser utilizado en futuros enfrentamientos. A cambio, Rusia ha proporcionado tecnología militar para los programas de misiles norcoreanos y apoyo financiero al régimen de Kim Jong-un.
Respuesta de Ucrania
El ataque en Marino fue seguido por otra ofensiva destacada: Ucrania utilizó por primera vez misiles ATACMS proporcionados por Estados Unidos contra un depósito de armas en la región de Bryansk, cerca de Kursk. Estas acciones marcan una intensificación en la estrategia ucraniana, que busca debilitar tanto a las fuerzas rusas como a sus aliados internacionales.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, afirmó recientemente que las tropas norcoreanas desplegadas en Rusia son “objetivos legítimos” para Ucrania, respaldando la escalada de ataques contra estas posiciones.
Dimensiones Estratégicas y Geopolíticas
La alianza entre Rusia y Corea del Norte introduce una nueva complejidad al conflicto en Ucrania. Para Pyongyang, el despliegue militar en Kursk no solo fortalece sus lazos con Moscú, sino que también ofrece una oportunidad única para modernizar sus tácticas de combate. Sin embargo, el costo humano y material de esta colaboración plantea dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo.
Para Rusia, el apoyo norcoreano representa un alivio logístico y estratégico, permitiéndole concentrar más recursos en el frente de combate. Sin embargo, la presencia de tropas extranjeras en territorio ruso también podría ser vista como un signo de dependencia, algo que podría debilitar la percepción de su autonomía en el conflicto.
Por su parte, Ucrania continúa adaptándose a estas nuevas dinámicas, intensificando sus ataques con el respaldo de armamento avanzado de Occidente. La guerra, lejos de estabilizarse, se encamina hacia un período de escalada en el que las alianzas internacionales jugarán un papel crucial.
Conclusión
El despliegue de tropas norcoreanas en Rusia y su participación en el conflicto en Ucrania evidencian la creciente interconexión de actores internacionales en esta guerra. Mientras Pyongyang busca experiencia y recursos para fortalecer su posición global, Moscú aprovecha esta colaboración para reforzar sus esfuerzos militares. Sin embargo, los riesgos asociados, desde las altas bajas humanas hasta el impacto en la percepción internacional, podrían redefinir las dinámicas de poder en esta alianza y en el conflicto en su totalidad.