Cristina Kirchner y La Cámpora en crisis: el error de cálculo que amenaza con fracturar al PJ y complicar su liderazgo

Cristina Kirchner enfrenta una difícil encrucijada tras haberse auto-postulado para liderar oficialmente el Partido Justicialista (PJ), organización a la que ella misma habría descalificado como “cueva de viejos mamertos”. Presionada por su hijo Máximo Kirchner y el ala dura de La Cámpora, la ex presidenta confiaba en consolidar su control del PJ sin enfrentar una contienda interna. Sin embargo, la candidatura de Ricardo Quintela ha creado un escenario inesperado y tenso que desbarata los planes de su sector.

En el Instituto Patria, le advirtieron a Cristina que las elecciones internas del PJ eran prácticamente inviables para noviembre, tanto por falta de recursos como por problemas con los padrones y el desgaste partidario. Ante este escenario, respondió desdeñosa: “nunca habrá votación”. Sin embargo, la figura de Quintela persiste en la carrera y amenaza con llevar el conflicto a la Justicia Electoral.

Un liderazgo en entredicho

Desde que Perón fundó el partido en 1946, nunca se han celebrado elecciones internas para la presidencia del PJ, lo que refleja la falta de legitimidad de los liderazgos impuestos. Este contexto dificulta aún más la situación de Cristina, quien, pese a su influencia, no ha logrado unificar el apoyo de los gobernadores peronistas. Ni siquiera figuras de peso como Capitanich o Manzur han salido a respaldarla, y otros líderes provinciales como Gildo Insfrán optan por la neutralidad.

Crisis interna en La Cámpora

Los errores de cálculo y la resistencia de Quintela han desatado tensiones en el kirchnerismo, que enfrenta críticas incluso dentro de sus propias filas. La estrategia de La Cámpora, liderada por Wado de Pedro y Máximo Kirchner, no ha sido suficiente para frenar al gobernador riojano, quien rechaza las ofertas de cargos dentro del partido y exige una contienda abierta.

El factor económico y la intervención de la justicia

La posibilidad de unas elecciones internas plantea problemas financieros significativos para el PJ. La organización del proceso, que implicaría movilizar hasta tres millones de afiliados, costaría alrededor de 1.200 millones de pesos, cifra con la que el partido no cuenta. Además, la jueza electoral María Servini de Cubría ha dejado entrever que no avalaría una votación en esas condiciones, lo que daría a Cristina una salida para evitar el enfrentamiento.

Sin una solución clara, el liderazgo de Cristina y la estabilidad de La Cámpora se tambalean. La incertidumbre sobre el futuro del partido y la creciente desconfianza hacia sus líderes podrían abrir la puerta a una fragmentación del PJ, poniendo en peligro la unidad que el kirchnerismo había intentado construir de cara a 2025.

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