Rosendo Fraga en la USBA: Análisis del Antagonismo entre Milei y el Papa, la Política Exterior Argentina y los Riesgos del Conflicto en Medio Oriente

Rosendo Fraga participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y la Universidad del Salvador (USAL), en la que analizó la relación del sumo pontífice con el gobierno de Javier Milei, y reflexionó sobre las tensiones geopolíticas que envuelven a la Argentina en medio de un panorama mundial incierto. “El antagonismo entre Milei y el Papa es inevitable porque mantienen posiciones ideológicas enfrentadas”, sostuvo Fraga en el encuentro, coordinado por Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación y rector de USBA. A lo largo de la charla, el analista político también profundizó en el riesgo que supone el conflicto en Medio Oriente para la Argentina, el alineamiento con Israel y Estados Unidos, y los desafíos diplomáticos que enfrenta el gobierno de Milei en un mundo cada vez más fragmentado.

El enfrentamiento inevitable entre Milei y el Papa Francisco

Uno de los puntos centrales de la charla fue la relación entre Javier Milei y el Papa Francisco, un tema que Fraga calificó como “un antagonismo inevitable”. Según el analista, las posturas ideológicas de ambos líderes se encuentran en las antípodas. Mientras Francisco promueve una visión social basada en la justicia económica, la equidad y el cuidado de los más vulnerables, Milei representa una corriente libertaria y ultraliberal que pone el acento en la individualidad, el libre mercado y la mínima intervención del Estado.

Fraga fue claro al afirmar que el Papa no visitará Argentina bajo el mandato de Milei, ya que su presencia podría ser percibida como un factor de división más que de unión. “Ambos son coherentes con sus posiciones ideológicas. Francisco sigue defendiendo su visión social del mundo, mientras Milei sigue siendo fiel a su postura de que el Estado debe intervenir lo menos posible en la vida económica y social. Esa contradicción no tiene solución fácil”, explicó Fraga.

No obstante, el analista dejó abierta la posibilidad de que el Papa se exprese con mayor firmeza si la situación social de Argentina se agrava. “Si el deterioro social sigue profundizándose, el Papa va a sentir la necesidad de intervenir con sus palabras, aunque sea desde el Vaticano”, señaló.

Política exterior: entre la coherencia ideológica y la necesidad financiera

Otro de los temas abordados fue el manejo de la política exterior por parte del gobierno de Javier Milei. En este aspecto, Fraga destacó que Milei ha sido coherente con sus alianzas internacionales, priorizando sus afinidades ideológicas con líderes de la derecha radical, como Donald Trump, Jair Bolsonaro y el partido Vox en España. Sin embargo, el analista subrayó que la política exterior de un país no puede depender solo de las solidaridades políticas, sino que debe estar orientada por los intereses estratégicos nacionales.

“Desde que Milei comenzó su candidatura, dijo que su modelo a seguir era Trump en Estados Unidos, Bolsonaro en Brasil y Vox en España, y ha sido coherente en ese sentido. Pero la política exterior requiere algo más que afinidades ideológicas. Un presidente tiene que pensar en los intereses concretos de su país”, comentó Fraga.

Este enfoque ideológico, explicó, se ha visto reflejado en la postura de Argentina frente al conflicto en Medio Oriente. El país ha mostrado un alineamiento claro con Israel, una posición que Fraga consideró riesgosa si la guerra se extiende y regionaliza, recordando que Argentina ya ha sido víctima de atentados en el pasado sin haber tenido un rol directo en esos conflictos. “Argentina es el único país de América Latina que tiene una postura tan marcada a favor de Israel en la ONU. Esto podría suponer un riesgo si la guerra se regionaliza y se extiende”, advirtió.

A pesar de esta coherencia ideológica, Fraga subrayó que las decisiones en política exterior también están fuertemente condicionadas por la necesidad financiera. En este sentido, explicó el reciente acercamiento de Argentina con China, un país con el que mantiene un swap (un intercambio de monedas) que le permite fortalecer sus reservas internacionales. “Este giro en la política exterior no tiene tanto que ver con un cambio ideológico, sino con la realidad financiera. Argentina necesita dólares, y en un contexto en el que no puede acceder a los mercados internacionales, el apoyo de China se vuelve crucial”, explicó Fraga.

Karina Milei y su creciente rol en la política exterior

Fraga también se refirió al rol de Karina Milei, la hermana del presidente, quien ha asumido un papel protagónico en la gestión del gobierno. “Javier Milei es el número uno, Karina es el número dos, y Santiago Caputo es el número tres. Esto lo ha dicho el propio Presidente”, señaló Fraga, quien explicó que Karina Milei ha tomado decisiones clave en áreas sensibles como la política exterior.

Según Fraga, Karina Milei encarna la lógica de la ultraderecha radical, con una postura clara de rechazo a iniciativas internacionales como la Agenda 2030 y las políticas de género, que son respaldadas incluso por países como Arabia Saudita. “La única nación que no apoya estas iniciativas es Argentina, lo que refleja el carácter extremista de la política exterior que está asumiendo el país”, indicó.

Fraga comparó el ascenso de Karina Milei con fenómenos políticos disruptivos en otras partes del mundo, destacando que su poder está en constante crecimiento y que su influencia sobre la política exterior de Argentina es cada vez más evidente.

El impacto del conflicto en Medio Oriente en la política argentina

Uno de los aspectos más delicados discutidos durante la conferencia fue el alineamiento de Argentina con Israel en el conflicto de Medio Oriente. Según Fraga, este posicionamiento podría tener consecuencias serias para el país si el conflicto se agrava y se extiende más allá de las fronteras de Israel y Palestina.

“Argentina ya ha sido víctima de atentados en 1992 y 1994, y eso ocurrió sin que el país tuviera un rol activo en el conflicto. Ahora, con una postura tan marcada a favor de Israel, existe un riesgo real si la guerra se regionaliza”, expresó Fraga, subrayando la necesidad de que el gobierno tenga en cuenta este escenario al momento de definir su política exterior.

El dilema de los BRICS y la estrategia a largo plazo

Otro tema clave fue la reciente decisión del gobierno de Javier Milei de salir del proceso de adhesión a los BRICS, el bloque de países emergentes que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Fraga fue crítico de esta decisión, argumentando que Argentina podría haber adoptado una postura más moderada dentro del grupo, en lugar de retirarse por completo.

“Salir de los BRICS no fue una jugada estratégica. Pienso que se podría haber mantenido un rol más moderado sin abandonar el proceso. La canciller Mondino quedó descolocada en este tema, y el resultado es que Argentina no pertenece ni al BRICS, ni al G-7, ni al MITKA”, explicó Fraga, refiriéndose a los tres grandes bloques que dominan la geopolítica mundial actual.

El analista también destacó que Argentina enfrenta un problema cultural en su política exterior: la dificultad de aceptar su rol como un país mediano. “Nos cuesta asumir que somos un país mediano. Seguimos creyendo que podemos jugar en las ligas mayores, pero la realidad es que necesitamos replantear nuestras prioridades y enfocarnos en nuestras fortalezas”, sentenció.

El futuro del Mercosur y las relaciones con Brasil

En cuanto al futuro del Mercosur, Fraga señaló que el bloque ha perdido relevancia en las últimas décadas debido al ascenso de China como principal socio comercial de los países sudamericanos. “Hace 30 años, Brasil era mucho más importante para Argentina que lo que es hoy. China ha cambiado completamente el mapa comercial de la región, y eso debilita la integración interregional”, explicó.

Fraga abogó por una nueva agenda para el Mercosur que priorice la infraestructura, la conectividad y temas que trasciendan lo comercial, con el objetivo de revitalizar el bloque en un contexto global en el que Asia juega un papel cada vez más dominante.

Conclusión: El desafío de pensar en el largo plazo

En su reflexión final, Rosendo Fraga hizo un llamado a pensar en el largo plazo y a desarrollar una visión estratégica para la Argentina del futuro. “Necesitamos un equipo que piense en la Argentina de 2050, que mire más allá de las crisis inmediatas y que entienda hacia dónde va el mundo. Asia y África son los continentes del futuro, y debemos ajustar nuestra política exterior a esa realidad”, concluyó.

El encuentro con los estudiantes de la USBA y la USAL dejó en claro que, para Fraga, la política exterior argentina enfrenta desafíos enormes en un contexto global volátil, pero también oportunidades que deben ser aprovechadas con inteligencia y pragmatismo.

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