Robin Brooks, execonomista en jefe del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), una entidad que reúne a las principales instituciones financieras del mundo, lanzó una dura advertencia sobre el futuro del dólar en Argentina. Según el experto, “la devaluación es inevitable e ineludible”, refiriéndose a la moneda local. Estas declaraciones se producen en medio de un clima de incertidumbre respecto a la política cambiaria del país.
El gobierno argentino, sin embargo, mantiene un discurso optimista. En un acto celebrado en Parque Lezama el pasado 28 de septiembre, el presidente Javier Milei afirmó que su gobierno está comprometido en “defender al peso” y aseguró que el dólar continuará su tendencia a la baja. Durante su discurso, Milei destacó las medidas que se están implementando para fortalecer la moneda local y mejorar la competitividad de la economía. En sintonía, el ministro de Economía, Luis Caputo, respondió a las afirmaciones de Brooks en redes sociales, restando importancia a sus comentarios: “Si fuera un gurú, trabajaría en Wall Street y manejando activos, no en el IIF dando opiniones”.
A pesar de las afirmaciones del oficialismo, la advertencia de Brooks no es un hecho aislado. En su cuenta de X (antes Twitter), el economista explicó que, desde la pandemia, el peso argentino ha sido, en términos reales, la moneda más fuerte del mundo, mientras que el real brasileño, una de las más débiles. Según su análisis, esta divergencia es “insostenible” y solo puede terminar con una nueva devaluación del peso. “La ganancia de competitividad obtenida con la devaluación de diciembre fue completamente erosionada por la alta inflación y la decisión de volver a vincular el peso al dólar”, escribió Brooks, haciendo referencia a la dinámica que afecta a la economía argentina en los últimos años.
El atraso cambiario, un problema persistente
La advertencia de Robin Brooks se alinea con las críticas de varios economistas respecto al esquema cambiario argentino. Marina Dal Poggetto, directora de la consultora Eco Go, también ha expresado preocupación por el atraso cambiario y afirmó que al gobierno le faltarían aproximadamente u$s20.000 millones para sostener el tipo de cambio actual sin implementar modificaciones en los próximos meses.
En la misma línea, la agencia Bloomberg publicó un informe donde ubicó a Argentina en el primer lugar del ranking de competitividad global, considerando a 148 monedas, y registró una apreciación real del 25% respecto al dólar. Sin embargo, la última encuesta de la agencia reveló que varios bancos internacionales esperan un incremento del 60% en el valor del dólar oficial entre octubre de este año y junio del próximo.
La caída de las cotizaciones del dólar paralelo
En las últimas semanas, las cotizaciones de las distintas versiones del dólar paralelo han mostrado una tendencia a la baja, lo que ha generado cierta esperanza en algunos sectores sobre una estabilización de la situación cambiaria. Esta caída se produce en un contexto en el que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo se encuentra en sus niveles más bajos en cinco meses. Muchos analistas atribuyen esta tendencia a diversos factores, incluyendo el equilibrio fiscal que el gobierno ha tratado de consolidar, el ingreso de dólares por blanqueo y una relativa escasez de pesos, en un momento en que muchos contribuyentes deben enfrentar el pago de impuestos.
¿Qué espera el mercado?
A pesar de estos movimientos, el panorama sigue siendo complejo y las expectativas sobre el futuro del dólar en Argentina varían. Algunos analistas consideran que, aunque las diferentes cotizaciones han mostrado una tendencia a la baja, la realidad macroeconómica del país todavía es frágil y podría haber nuevos ajustes en el horizonte. La inflación sigue siendo un problema persistente, y la falta de confianza en el gobierno y su capacidad para controlar la situación genera preocupación tanto a nivel local como internacional.
La advertencia de Brooks, sumada a la visión de otros expertos, sugiere que la estabilidad del peso podría ser temporal, y que la economía argentina aún tiene desafíos significativos por delante. Los próximos meses serán clave para ver si las políticas implementadas por el gobierno logran evitar la devaluación que tantos economistas consideran inevitable o si, finalmente, el peso argentino enfrentará un nuevo ajuste brusco.
