Tras la aprobación en la Cámara de Diputados del veto a la fórmula jubilatoria, el Gobierno ha oficializado un nuevo aumento en las jubilaciones que regirá a partir de octubre de 2024. Este ajuste, que busca atenuar el impacto de la creciente inflación sobre los ingresos de los jubilados, establece nuevas cifras para el haber mínimo y máximo, así como para las bases imponibles.
En concreto, el haber máximo quedó fijado en $1.644.046,07, mientras que las bases imponibles, que determinan los rangos de los aportes jubilatorios, se establecieron entre $82.287,12 y $2.674.292,72. Estas modificaciones son parte del paquete de medidas que intenta mitigar la pérdida del poder adquisitivo en un contexto económico complejo.
Bono compensatorio para jubilados de la mínima
A pesar de que aún no ha sido oficializado, el Gobierno confirmó que otorgará un bono extraordinario de $70.000 destinado a aquellos jubilados y pensionados que perciben el haber mínimo. Esta medida, que se enmarca dentro de las políticas paliativas ante el sostenido incremento del costo de vida, tiene como objetivo aliviar la situación económica de millones de jubilados. Sin embargo, para muchos analistas, este bono resulta insuficiente para compensar la inflación, que continúa en alza.
Por ejemplo, los jubilados que cobran la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) verán sus ingresos aumentados a $265.456, con la adición del mencionado bono. A pesar de esto, el monto sigue quedando por debajo de lo necesario para cubrir la canasta básica de los adultos mayores.
Nuevos valores para la PUAM y la Prestación Básica Universal
Además de los ajustes en las jubilaciones, el Gobierno también aumentó los montos de otros beneficios sociales. La Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) se incrementó a $195.456,45, mientras que la Prestación Básica Universal (PBU) se estableció en $111.765,50. Estos incrementos, aunque bienvenidos, siguen siendo vistos como insuficientes ante el continuo aumento de la inflación, que afecta de manera desproporcionada a los sectores más vulnerables de la sociedad.
El ajuste económico recae sobre los jubilados
Uno de los puntos más críticos del actual contexto es el significativo aporte de los jubilados en el ajuste fiscal que ha implementado el Gobierno. De acuerdo con un análisis del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los jubilados y pensionados han soportado el 26% del total del ajuste aplicado a lo largo del año. En términos concretos, de cada $100 recortados por el Gobierno, $26 fueron absorbidos por este sector.
El informe del IARAF, basado en los datos del Sector Público Nacional (SPN) de agosto, revela que en los primeros ocho meses de 2024, el recorte del gasto público fue del 30% en términos reales, en comparación con el mismo periodo del año anterior. En este sentido, el gasto público nacional disminuyó en $25,9 billones en pesos constantes de agosto respecto a 2023.
¿Quiénes sufren más el ajuste?
El análisis del IARAF detalla que 14 de los 16 tipos de gastos del sector público experimentaron reducciones significativas, totalizando un recorte de $26,3 billones. Solo dos tipos de gasto registraron incrementos mínimos, lo que dejó una disminución neta del gasto primario de $25,9 billones.
Dentro de los rubros más afectados, las jubilaciones y pensiones sobresalen, ya que aportaron el 26% de la reducción total. Le siguen la inversión real directa con un 15%, las transferencias a provincias con un 14%, los subsidios a la energía con un 11%, y los salarios del sector público, que vieron una disminución del 8%.
Conclusiones
En resumen, mientras el Gobierno avanza con medidas para ajustar los haberes jubilatorios y ofrecer bonos compensatorios, los jubilados continúan siendo uno de los sectores más afectados por el ajuste fiscal. El aumento en las jubilaciones, acompañado del bono extraordinario, es una respuesta a la creciente crisis económica, pero muchos consideran que estas medidas siguen siendo insuficientes frente al incremento del costo de vida y el deterioro del poder adquisitivo de los más vulnerables.