El presidente del PJ bonaerense y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, encabezó un multitudinario acto en el microestadio del Club Atenas en La Plata, a escasas cuadras de la gobernación bonaerense. Bajo el lema “Armar de nuevo, Kirchner en Atenas”, el evento buscó reafirmar su liderazgo dentro del peronismo y reinstalar la marca Kirchner, por encima de las estructuras partidarias y cualquier añadidura, incluyendo su propia organización, La Cámpora.
En una clara movida estratégica, Máximo Kirchner marcó distancias con el gobernador bonaerense Axel Kicillof, en un acto que sirvió como plataforma para relanzar su perfil político, en momentos clave para la interna del peronismo. El hijo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner hizo un llamado a la reconstrucción del espacio político que lidera, convocando a dejar atrás los conflictos internos y centrarse en un proyecto que conecte directamente con las necesidades del pueblo.
Kirchner, quien ha mantenido un perfil más bajo en los últimos meses, utilizó este evento para criticar a ciertos sectores dentro del peronismo que, según él, traicionaron los valores del movimiento, al tiempo que reivindicó los logros del kirchnerismo en áreas clave como la tecnología y la educación. Además, dejó claro que el debate político debe centrarse en hechos concretos y no en lo que llamó “boludeces”, en referencia a las discusiones estériles dentro de su propio espacio.
El discurso también tuvo fuertes referencias a Cristina Kirchner, destacando su valentía y liderazgo, especialmente durante los gobiernos de Mauricio Macri y el actual gobierno de Alberto Fernández, con quien Máximo mantuvo tensiones. Señaló que, a pesar de los intentos de algunos sectores por desplazarla del centro del debate político, Cristina sigue siendo una figura central, cuyo legado no puede ser ignorado.
La convocatoria en Atenaso solo buscó posicionar a Máximo Kirchner como una figura clave para el futuro del peronismo, sino también como el heredero natural de la narrativa política que comenzó con su padre. El acto se enmarca en un contexto de definiciones clave para el Frente de Todos, donde la interna y el posicionamiento de los principales referentes jugarán un rol crucial en las próximas elecciones.
Kirchner cerró su discurso con un llamado a la unidad, subrayando la necesidad de recuperar la confianza de la gente a través de la acción concreta y la defensa de los intereses nacionales, criticando duramente a los sectores empresariales y de poder económico que, según él, son los verdaderos responsables de los problemas estructurales del país.
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