El conflicto en Aerolíneas Argentinas se agrava por los privilegios de los pilotos y las medidas de fuerza gremiales

El conflicto en Aerolíneas Argentinas continúa intensificándose, impactando gravemente a miles de pasajeros que han visto sus vuelos cancelados o reprogramados en las últimas semanas debido a las medidas de fuerza de los gremios aeronáuticos. La disputa gira en torno a la decisión del Gobierno de reducir el déficit fiscal y lograr que la aerolínea de bandera deje de operar con pérdidas millonarias. Sin embargo, la resistencia de los sindicatos ha escalado la tensión.

El jueves pasado, trabajadores de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), agrupados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), realizaron un paro sorpresivo que afectó a 27 aeropuertos de todo el país. Al mismo tiempo, los gremios APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas), liderada por Pablo Biró, y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), encabezada por Juan Pablo Brey, anunciaron la posibilidad de llevar a cabo una huelga general en conjunto con otros sindicatos del transporte. Este anuncio se hizo en una nueva mesa sindical del sector que se lanzó junto al influyente sindicalista Pablo Moyano.

Los privilegios de los pilotos, en el centro de la controversia

En el corazón del conflicto se encuentran los pilotos, quienes, según informes, gozan de un conjunto de privilegios laborales y beneficios que el gobierno busca recortar como parte de su estrategia de ajuste en Aerolíneas Argentinas. Un informe interno de la aerolínea, titulado “Pasajes al personal”, reveló detalles de los múltiples beneficios a los que acceden los empleados y sus familias, algunos de ellos sin límites.

Entre estos beneficios destacan la posibilidad de viajar gratis, tanto los pilotos como sus familiares y allegados, incluyendo viajes para celebraciones personales como bodas y festividades. Según el documento, los pilotos también pueden obtener boletos gratuitos cuando se ven obligados a trabajar durante las festividades o deben estar más de 30 días fuera de su base de operaciones. Además, tienen acceso a pasajes vacacionales pagando solo impuestos, y el personal jubilado o pensionado puede adquirir pasajes con un descuento del 90%, sin restricciones en la cantidad de boletos.

Otro beneficio que ha generado polémica es el acceso a asientos en clase ejecutiva. Aunque Aerolíneas Argentinas suspendió temporalmente este privilegio durante uno de los paros, el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) permite a los pilotos y sus familias solicitar plazas en clase ejecutiva durante sus vacaciones, obligando a la empresa a reasignar a pasajeros pagos si es necesario para hacer espacio a los empleados. Este beneficio es uno de los puntos más cuestionados por el Gobierno.

El concepto de la “casta aeronáutica”

El Gobierno ha criticado duramente estos privilegios, calificando a los pilotos como una “casta aeronáutica”. Tanto el vocero presidencial, Manuel Adorni, como el secretario de Transporte, Franco Mogetta, han denunciado públicamente los altos costos que implican estos beneficios para el Estado. Mogetta señaló en sus redes sociales que, en el vuelo inaugural de Aerolíneas Argentinas a Punta Cana, 10 de los 18 asientos de la clase ejecutiva fueron ocupados por pilotos o sus familiares, generando un costo de 20 millones de dólares anuales a las arcas públicas.

El secretario general de APLA, Pablo Biró, ha sido el principal blanco de estas críticas. Biró, quien ha sido un firme defensor de los derechos y beneficios de los pilotos, lidera la resistencia frente a las iniciativas del gobierno y de la dirección de la aerolínea de recortar estos privilegios.

Impacto en los pasajeros y las finanzas de Aerolíneas Argentinas

Mientras el conflicto se agrava, el impacto en los pasajeros ha sido devastador. Desde el inicio de las medidas de fuerza, miles de pasajeros se han visto varados en distintos aeropuertos del país, y decenas de vuelos han sido cancelados o reprogramados, afectando tanto a vuelos de cabotaje como internacionales.

En términos financieros, el Gobierno insiste en que Aerolíneas Argentinas no puede continuar funcionando bajo las actuales condiciones, ya que la compañía ha registrado pérdidas cercanas a los 390 millones de dólares el año pasado. La administración actual busca reducir drásticamente este déficit, eliminando lo que consideran excesivos privilegios sindicales y optimizando la operación de la empresa.

La amenaza de nuevas huelgas

A pesar de los esfuerzos del Gobierno por reducir el conflicto, los gremios aeronáuticos, encabezados por Biró y respaldados por otros líderes sindicales como Juan Pablo Brey y Pablo Moyano, han advertido que están dispuestos a profundizar las medidas de fuerza si no se respetan sus acuerdos previos.

La amenaza de una huelga general en el sector aeronáutico podría provocar una nueva ola de cancelaciones de vuelos, agravando aún más la situación para los pasajeros y generando un impacto negativo en la economía del país, especialmente en un contexto de recesión.

El conflicto parece estar lejos de resolverse, y tanto el Gobierno como los sindicatos están en una encrucijada, donde las negociaciones serán clave para evitar un colapso en el sector aeronáutico. Mientras tanto, los pasajeros continúan siendo los principales afectados en esta disputa.

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