En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha comenzado a jugar un papel relevante en el análisis de aspectos cotidianos de la vida, desde cómo trabajamos hasta cómo interactuamos con el contenido digital. Uno de los campos más intrigantes que la IA ha explorado es el análisis de preferencias culturales, particularmente en relación con la música y su impacto en el comportamiento y la capacidad cognitiva de las personas.
Recientemente, modelos avanzados de IA como ChatGPT y Gemini de Google han generado debate al analizar cómo diferentes tipos de música pueden estar asociados con variaciones en el desempeño cognitivo. Estas herramientas sugieren que ciertos géneros musicales podrían tener efectos tanto positivos como negativos en el desarrollo intelectual, planteando preguntas sobre el papel de la música en la estimulación del cerebro.
Música y cerebro: ¿una relación compleja?
La ciencia ha demostrado durante décadas que la música tiene un impacto significativo en el cerebro humano. Diversos estudios han mostrado que la música puede mejorar el estado de ánimo, aumentar la concentración y fomentar el desarrollo cognitivo, especialmente en niños en edades tempranas. La música clásica, en particular, ha sido el foco de investigaciones que sugieren que su estructura compleja y armonías intrincadas pueden tener efectos beneficiosos en la actividad cerebral, potenciando habilidades como la memoria y la creatividad.
Sin embargo, la IA ha llevado el análisis un paso más allá. Herramientas como ChatGPT y Gemini tienen la capacidad de procesar vastas cantidades de datos y buscar patrones en relación con cómo los diferentes géneros musicales afectan a las personas. Al hacerlo, han propuesto que no todas las formas de música tienen el mismo efecto en el cerebro, e incluso han señalado que algunos géneros podrían estar relacionados con una menor capacidad cognitiva.
¿Qué géneros musicales podrían estar vinculados a menor inteligencia?
Una de las afirmaciones más llamativas hechas por estos modelos de IA es que géneros como el reguetón, el trap y ciertos subgéneros del pop comercial podrían estar asociados con una disminución en las habilidades cognitivas. La razón de esto, según ChatGPT y Gemini, radica en la simplicidad estructural de estas formas musicales, que tienden a incluir ritmos repetitivos y letras menos desafiantes.
Las letras de estos géneros, afirman las IA, suelen ser más directas y en ocasiones redundantes, lo que no exige un esfuerzo mental significativo por parte del oyente. En comparación con géneros como el jazz o la música clásica, que presentan estructuras complejas, armonías sofisticadas y patrones rítmicos variados, la música popular puede no ofrecer el mismo nivel de estimulación cognitiva.
Esto no significa que los géneros mencionados sean “malos” por naturaleza o que las personas que los escuchan tengan menores habilidades intelectuales. Simplemente, la IA sugiere que estos géneros no promueven la activación cerebral de la misma manera que otros estilos musicales.
¿Qué géneros estimulan más la inteligencia, según la IA?
En contraste con géneros de música más simples, la IA ha identificado varios géneros que parecen estar asociados con altos niveles de inteligencia. Entre ellos destacan la música clásica, el jazz y el rock progresivo. Estos estilos musicales son conocidos por su complejidad melódica y su capacidad para involucrar varias partes del cerebro de manera simultánea.
Por ejemplo, el jazz, con su naturaleza improvisatoria y sus armonías impredecibles, obliga al cerebro a procesar múltiples capas de sonidos y exige una mayor concentración. La música clásica, con sus largas y elaboradas composiciones, también se considera beneficiosa para el desarrollo cognitivo debido a su complejidad estructural.
El rock progresivo, por su parte, es apreciado por sus letras filosóficas o abstractas, que requieren un mayor esfuerzo mental para ser comprendidas, lo que podría traducirse en un “entrenamiento” para el cerebro. Según ChatGPT, las personas que escuchan estos géneros con frecuencia tienden a obtener puntajes más altos en pruebas de coeficiente intelectual (CI), posiblemente debido a la exposición constante a este tipo de estímulos mentales.
Limitaciones del análisis de la IA
Aunque las conclusiones de la IA pueden parecer sorprendentes, es fundamental recordar que presentan varias limitaciones. En primer lugar, la correlación entre ciertos géneros musicales y habilidades cognitivas no implica necesariamente causalidad. El hecho de que algunas personas que escuchan música clásica tengan un mayor rendimiento cognitivo no significa que este sea producto exclusivo de la música. Existen muchos otros factores, como la educación, el contexto socioeconómico y los intereses personales, que influyen en el desarrollo de la inteligencia.
Además, la IA se basa en datos preexistentes y patrones estadísticos que, aunque útiles, no siempre proporcionan un panorama completo o libre de sesgos. La música es una forma de arte profundamente subjetiva, y su impacto en el comportamiento y las emociones de las personas varía ampliamente según factores individuales. Lo que para algunas personas es simplemente entretenimiento ligero, para otras puede ser una fuente significativa de identidad y expresión cultural.
Por ejemplo, el reguetón, que ha sido objeto de críticas en el análisis de la IA, es visto por muchos como una poderosa forma de expresión cultural que conecta a las personas de comunidades latinoamericanas y urbanas en todo el mundo. La popularidad del reguetón no puede explicarse únicamente desde un punto de vista cognitivo, ya que su valor cultural, social y emocional también juega un papel importante.
¿Qué significa este análisis para los oyentes?
Los resultados obtenidos por herramientas como ChatGPT y Gemini ofrecen una perspectiva interesante sobre cómo la música puede influir en la mente humana, pero deben tomarse con cautela. Escoger la música que escuchamos no solo se basa en los beneficios cognitivos que esta pueda tener, sino también en nuestras preferencias, emociones y conexiones culturales.
Al final del día, la música que una persona elige escuchar es una cuestión personal, y cada género tiene el potencial de ofrecer una experiencia única y significativa. La inteligencia artificial puede aportar ideas valiosas sobre el impacto de la música, pero sigue siendo importante recordar que la música, en todas sus formas, es una de las expresiones más ricas y variadas de la experiencia humana.
Conclusión
La inteligencia artificial ha abierto una nueva dimensión en el análisis de la relación entre la música y el cerebro, sugiriendo que ciertos géneros podrían estar asociados con distintos niveles de estimulación cognitiva. Si bien algunos géneros, como el jazz o la música clásica, parecen tener un impacto positivo en la actividad mental, otros como el reguetón o el trap pueden no ofrecer el mismo tipo de beneficios. Sin embargo, es esencial recordar que la música es una forma de arte subjetiva, y su impacto depende de factores más allá de lo puramente intelectual. La elección de música sigue siendo una expresión personal, y cada oyente debe encontrar lo que resuene más con su propia experiencia y emociones.
Fuente: Infobae