La promesa de reducción del impuesto PAIS frena importaciones y fortalece las reservas del BCRA, pero augura presiones futuras

La promesa del gobierno de reducir en 10 puntos el impuesto PAIS ha impulsado la especulación entre los importadores, ralentizando el ritmo de las compras externas y permitiendo al Banco Central de la República Argentina (BCRA) continuar con una sorpresiva racha de compras de divisas. Sin embargo, este fenómeno podría volverse en contra el próximo mes si la promesa impositiva se cumple y las importaciones aumentan en un contexto de actividad económica mínima.

En septiembre, además, comenzarán a solaparse los esquemas de importaciones a 4 y 2 cuotas, lo que hará que los pagos por importaciones superen su devengamiento. Paralelamente, el precio de la soja se perfila como una amenaza para las exportaciones.

Después de un junio y julio en los que el BCRA no logró evitar la venta de reservas en el mercado oficial, agosto ha sorprendido con un resultado positivo. En junio, el Central tuvo que desprenderse de 47 millones de dólares y en julio de otros 138 millones. Sin embargo, en lo que va de agosto, logró comprar 539 millones de dólares. Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) señalaron que “el BCRA se volvió comprador neto nuevamente debido a una menor demanda privada, impulsada por menores importaciones de energía y la expectativa de una reducción en la alícuota del impuesto PAIS en septiembre”.

Añadieron que “el nuevo esquema de importaciones demandaría un diferencial de 6.900 millones de dólares entre septiembre y diciembre respecto a las importaciones base caja proyectadas para julio”. Es importante destacar que a partir de septiembre, el Gobierno deberá pagar en paralelo los dos esquemas de importaciones. Desde agosto se aplicó el esquema de acceso a dólares para compras externas en 2 cuotas, lo que significa que en septiembre se comenzará a pagar la primera cuota al cumplirse los 30 días. Es decir, en septiembre se pagará la segunda cuota correspondiente a las importaciones declaradas en julio, así como la primera cuota del nuevo esquema de 2 pagos.

Tanto PPI como la consultora Eco Go esperan que esto implique que los pagos por importaciones representen el 125% de las compras externas efectivamente realizadas en el mes. Desde FMyA plantearon un escenario complicado si no hay cambios en la política cambiaria: “Las importaciones podrían saltar hasta un 150% en octubre debido a la baja del impuesto PAIS del 10% y al efecto de las ‘2 cuotas’. Asumimos pagos del 115% de Aduana. Las importaciones subirán desde septiembre en 1500 millones de dólares mensuales”.

La consultora 1816 coincidió con esta proyección, pero añadió que hay dos problemas para lo que resta del año: “Dado el repunte de las importaciones por el rebote de la actividad, el superávit comercial de julio fue de 1.575 millones de dólares, pero si se descuenta el 20% de las exportaciones que se liquidan en el CCL, el saldo baja a apenas 131 millones de dólares. Además, en el periodo de septiembre a noviembre, las importaciones pagadas deberían superar en gran medida a las devengadas debido al cambio en la calendarización del esquema de importaciones”.

Finalmente, señalaron que “la recaudación del blanqueo (lo único que impactará en reservas netas) no será suficiente para compensar y acumular divisas”. Por otro lado, el contexto internacional no es favorable, y las consultoras coinciden en que la baja de los precios de los commodities, que están en mínimos desde 2006, “no acompaña al gobierno ni en su proyecto a corto plazo de conseguir dólares, ni a mediano plazo en su estrategia exportadora basada en el precio de commodities agrícolas y energéticos”, como señaló Vectorial. Desde Invecq afirmaron que “la caída del precio de la soja complica aún más el esquema cambiario”.

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