En un contundente mensaje, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, declaró que la inflación en Argentina es “un tema terminado, al menos desde un punto de vista técnico”. Esta afirmación precedió la publicación del índice de precios de julio, que registró el nivel más bajo del año, con una inflación general del 4%.
Este logro ha generado optimismo en la Casa Rosada, especialmente porque la inflación de los alimentos también fue inferior al promedio, lo que refuerza la estrategia económica del presidente Javier Milei. A pesar de que la inflación sigue siendo elevada en términos históricos, el gobierno se siente respaldado por los resultados de los últimos meses, marcados por una clara tendencia a la baja desde el pico inflacionario de diciembre y enero pasado.
Las proyecciones para agosto indican una posible continuidad en esta tendencia descendente, con algunas consultoras estimando una inflación aún más baja para el mes en curso. No obstante, expertos advierten sobre posibles aumentos estacionales en sectores como el de la carne, que podría influir en el índice general.
El gobierno de Milei sigue firme en su enfoque antiinflacionario, destacando la importancia de mantener el control sobre la política económica sin apresurarse a levantar restricciones cambiarias como el cepo, hasta que se asegure la estabilidad necesaria para una transición segura.