La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que la actividad industrial de las pequeñas y medianas empresas (pymes) encadenó su segundo mes consecutivo al alza, con un aumento desestacionalizado del 5,3% en mayo. Este crecimiento sigue al incremento del 3,1% registrado en abril. Sin embargo, en una comparación interanual, la actividad sigue un 19% por debajo, reflejando una caída similar al acumulado en los primeros cinco meses del año. El informe mensual del Índice de Producción Industrial (IPI) pyme destaca que el bajo nivel de ventas y los altos costos de producción y logística son los principales problemas del sector.
Los empresarios pymes señalaron que entre sus principales demandas están la reducción impositiva, el estímulo a la demanda interna, una reforma laboral y el acceso a créditos blandos. Durante los últimos días, el Gobierno convocó a la cámara empresaria para comenzar a diagramar una nueva ley que aborde estas necesidades. Según CAME, el uso de la capacidad instalada también aumentó 0,2 puntos respecto al mes anterior, aunque se mantiene en valores bajos (70,3%).
En el informe, se detalla que la falta de ventas es el mayor desafío identificado por el 45,1% de los empresarios encuestados, seguido de los altos costos de producción y logística, que preocupan al 32,8%. A pesar de valorar la mayor estabilidad en los precios, las pymes manifestaron su preocupación por los elevados costos de energía y transporte en un contexto de baja demanda. Para enfrentar estas dificultades, el 34,4% de las empresas consultadas están reduciendo gastos operativos, y el 19,9% ha disminuido las horas de trabajo debido a la falta de ventas.
En cuanto a las medidas esperadas del gobierno, el 33,9% de los empresarios mencionaron la reducción de impuestos como la principal necesidad, seguida del estímulo a la demanda interna (14,7%), la simplificación en la regulación laboral (14,2%) y el acceso a créditos blandos (13,6%). La CAME explicó que el Gobierno prometió una reducción impositiva una vez que se logre el equilibrio fiscal y se reactive la economía. Los empresarios argumentaron que la alta carga impositiva limita su capacidad para competir con productos extranjeros y afecta la rentabilidad en comercio e industria.
Sobre los estímulos a la demanda interna y el acceso a créditos blandos, destacaron el programa Cuota Simple, que reemplazó al Ahora 12, como un ejemplo de las medidas necesarias. Según la CAME, “bajar la inflación no es suficiente para activar la economía y el consumo interno; es crucial mejorar el poder adquisitivo para generar demanda genuina.”
En lo que respecta a la reforma laboral, los empresarios confían en que se logre con la aprobación de la Ley Bases y abogan por la eliminación de las multas en la Ley de Empleo vigente, argumentando que estas generan conflictos judiciales y aumentan los costos laborales en un contexto de baja rentabilidad.
Recientemente, el Gobierno convocó a empresarios del sector para consensuar un proyecto de nueva Ley Pyme, con la confirmación de la participación de la CAME, aunque aún no hay una fecha definida para la reunión.