El primer intento de asesinato contra un miembro del Consejo Europeo desde 1950 marca la historia política de Robert Fico, jefe de gobierno de Eslovaquia y una figura polarizadora en la escena política del país. Con su proverbio favorito, “Trpezlivosť vždy prináša červené ruže” (la paciencia siempre trae rosas rojas), Fico ha mostrado una persistencia notable en su carrera política, superando obstáculos y desafíos con tenacidad.

Carismático y brillante, Fico es tanto amado como odiado en Eslovaquia. Sus posturas xenófobas, misóginas y su actitud contra la libertad de prensa lo han convertido en una figura controvertida. Admirador del primer ministro húngaro Viktor Orban, ha logrado formar gobierno en múltiples ocasiones, incluso tras renunciar en medio de protestas por el asesinato de un periodista que reveló vínculos entre la mafia y su partido.

Fico, a lo largo de los años, ha encontrado en la paciencia y la constancia una herramienta poderosa para mantenerse en el poder. Su retorno tras cinco años refleja su habilidad para adaptarse a los cambios políticos y sociales. Durante la pandemia, se destacó como un líder antivacunas, ampliando su respaldo electoral y consolidando su posición en la política eslovaca.

Su estilo político refleja elementos de nacionalpopulismo y un enfoque antiestablishment, similar al de líderes como Donald Trump. Aunque enfrenta críticas y acusaciones, ha sabido capitalizar el descontento y las divisiones en la sociedad eslovaca para mantener su base de apoyo.

La historia de Robert Fico es la de un hombre que ha sabido aprovechar las oportunidades políticas, desde sus inicios en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos hasta su ascenso al poder en Eslovaquia. Su trayectoria, marcada por altibajos y controversias, refleja los desafíos y las complejidades de la política contemporánea en Europa Central.

Fuente: El Independiente