La decisión del Gobierno de suspender reajustes tarifarios ha generado desconcierto en bancos locales y extranjeros, especialmente en Wall Street. Aunque se apostaba por el modelo Milei, las últimas medidas muestran un pragmatismo inesperado.

La Casa Rosada, bajo la dirección de Luis Caputo en Economía, ha reconocido la necesidad de mostrar resultados constantes para generar expectativas positivas. La reciente movida de frenar ajustes tarifarios, antes previstos, refleja este enfoque pragmático en respuesta a límites encontrados en la calle y movilizaciones populares.

Los operadores del mercado están alertados sobre posibles demoras en levantar restricciones del cepo, lo cual podría afectar el plan económico. El “modelo Milei” se enfrenta así a desafíos que van más allá de lo anticipado.

Las decisiones buscan profundizar la desinflación y evitar una mayor caída económica, aunque esto pueda generar tensiones y resistencias entre sectores empresariales. La idea es enviar señales positivas para mejorar las expectativas, aun cuando implique ajustes tácticos en el corto plazo.

Los bancos internacionales están atentos a estos movimientos, particularmente ante el impacto en las cuentas públicas y el tipo de cambio. La estrategia del Gobierno apunta a equilibrar variables clave y tentar a sectores como las cerealeras para estabilizar el mercado cambiario.