La incertidumbre política se extiende sobre la sociedad argentina, dejando a los ciudadanos enfrentándose a las difíciles realidades derivadas del ajuste implementado por Milei, un plan que prometió durante la campaña electoral. La pobreza se eleva al 55%, la indigencia supera el 16%, y cuatro de cada diez argentinos dependen de la ayuda social para subsistir. Esta claro que estos indicadores proviene de años de dilapidación de los recursos y malversación de los vienes del estado. Tres generaciones de ciudadanos, excluidas del sistema laboral, contribuyen a la construcción de una cultura del abandono y la desconfianza en su propia capacidades para integrarse al mundo laboral. La esperanza masillada por tanto impedimento.
Aunque el dólar, un indicador clave de la inflación, parece retroceder, la recesión y la retirada de los pesos debido a la licuación de los salarios generan una disminución gradual de la inflación. Se estima que febrero tendremos una inflación del 13-14%, pronosticándose un 9-10% para marzo, lo que según evaluadores situaría la inflación en un 2-3% para fin de año. Se espera que las paritarias, a partir de marzo, comiencen a recuperar parte de lo perdido en los últimos meses.
Las reservas del Banco Central están en proceso de recuperación, y el déficit fiscal ahora parece un horizonte posible a corto plazo, mejorando las perspectivas previas al inicio del gobierno. A pesar de la crisis y los niveles de pobreza y marginalidad, se espera que un plan sostenido y creíble pueda encaminar la economía, alentando la producción y las inversiones extranjeras para establecer un país previsible y sin restricciones.
En este contexto, Milei parece optar por enfrentar en lugar de negociar, temeroso de que sus propuestas se debiliten o se frustren, como ha ocurrido en la historia argentina contemporánea. La incertidumbre persiste sobre si este enfoque es el camino correcto o el único posible frente a los privilegios consolidados durante años por una oligarquía política, feudal, sindical y empresarial.
Es en este panorama que nos preguntamos si este rumbo es el correcto o si es la única opción frente a los privilegios que han mantenido en el poder a una oligarquía política, sindical y empresarial. Los gobernadores, dilapidando recursos para sostener su permanencia en el poder, han contribuido a una sociedad empobrecida que ve en el Estado su único recurso de subsistencia. La incertidumbre persiste en el camino a seguir en esta Argentina en constante transformación.
Desafíos Fiscales y Demandas Provinciales: Un Panorama Federal
Las provincias del norte suelen enfrentar déficit presupuestarios, mientras que las del centro mantienen un equilibrio en sus cuentas. Por otro lado, las provincias del sur, ricas en recursos energéticos, luchan por equilibrar sus finanzas, a pesar de contar con regímenes fiscales especiales. El reclamo actual de Chubut se centra en la retención, por parte del gobierno nacional, de un porcentaje de la coopartocipación debido a una deuda generada por administraciones anteriores.
La reacción del gobernador ha sido desproporcionada, amenazando con cortar el suministro de gas a la nación si el gobierno nacional no devuelve el dinero retenido, estableciendo un plazo límite para llevar a cabo su amenaza el miércoles próximo.
Esto pone de manifiesto una paradoja en la que las provincias son federales al administrar sus recursos naturales, pero recurren al Estado central cuando necesitan ingresos adicionales. En el caso de las provincias del norte, la situación es aún más crítica, ya que suelen enfrentar déficit y están lideradas por figuras que ejercen un control feudal sobre la población, incapaces de generar financiamiento propio. Además, su incapacidad de administrar con austeridad los recursos de su provincia, dado el estado actual de su población, dilapidan recursos en una ostentoso forma de vida que envilece su representatividad, se perpetúan en el poder y mantienen a sus ciudadanos en la mas impúdica pobreza
En este contexto, la decisión de Milei de enfrentar a estas provincias plantea incertidumbres sobre los resultados que se obtendrán. Lo claro es que el sistema político actual, heredado de años recientes, debe reflexionar y comenzar a cumplir con las responsabilidades por las cuales fueron elegidos.
Osvaldo González Iglesias – Editor – Escritor
