En una tensa partida política, un ala del Gobierno, liderada por el ministro del Interior Guillermo Francos y Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, busca abrir un canal de diálogo con la oposición para lograr la media sanción de la Ley Ómnibus. Mientras tanto, el presidente Javier Milei, encabezando otro sector, despliega acciones desde las redes sociales para desafiar a los gobernadores y bloque autodenominados dialoguistas. A horas de la extensa sesión convocada para el miércoles a las 10, la situación se empantana, y se anticipan más de 30 horas de debate con negociaciones intensas.
El quórum para la sesión está casi asegurado con la garantía de 129 diputados. La incertidumbre persiste en medio de frenéticas negociaciones. La aritmética de votos se revela crucial en este juego político, donde la Ley Ómnibus, denominada “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, requiere una mayoría absoluta.
El bloque oficialista La Libertad Avanza, liderado por Oscar Zago, cuenta con 38 manos (37 hasta que Alida Ferreyra jure al inicio de la sesión). El apoyo de José Luis Espert, en el monobloque Avanza Libertad, y de Carolina Piparo, con el bloque Buenos Aires Libre, se suma, consolidando 78 votos. El PRO, con 37 diputados, respalda la iniciativa, así como Paula Omodeo de Creo, sumando 82 apoyos.
La UCR, en un anuncio de último momento, asegura que sus 34 legisladores darán quórum y votarán a favor. Este respaldo eleva el número del oficialismo a 116 votos. No obstante, la votación en particular, que se definirá en la reunión de labor parlamentaria, mantiene la incertidumbre sobre la aprobación de la ley.
La oposición intransigente, representada por Unión por la Patria y el Frente de Izquierda, suma 104 diputados contrarios al proyecto. La clave reside en los diputados ligados a gobernadores que integran bloques como Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal. Con 32 legisladores, su posición indecisa es vital para el resultado final.
En medio de este escenario, el presidente Milei, desde las redes sociales, amplifica la retórica contra quienes se oponen a la Ley Ómnibus. La tensión crece, y la maratónica sesión promete ser un enfrentamiento político de gran envergadura.