En Argentina, la recurrente relación entre devaluaciones en el tipo de cambio oficial y su impacto en los precios ha desatado preocupaciones sobre la sostenibilidad de la reciente decisión de las autoridades económicas. A pesar de la implementación de un desplazamiento gradual del dólar, los expertos señalan que la inflación y la actividad económica durante el segundo trimestre serán indicadores cruciales para evaluar la efectividad de esta estrategia.
En el encuentro organizado por S&C Inversiones, los economistas destacaron que, aunque el Gobierno busca reducir la inflación, un nuevo salto en el tipo de cambio oficial podría contrarrestar este objetivo. La atención se centra en marzo o abril, momentos clave para evaluar el impacto en los precios relativos y la posible aceleración inflacionaria.
Las opiniones difieren respecto a la posibilidad de evitar otra devaluación. Mientras algunos sostienen que el deslizamiento cambiario es esencial para estabilizar la economía, otros alertan sobre la presión que podría ejercerse en la agricultura y la necesidad de alinear incentivos para mantener la liquidez. El mercado financiero, especialmente el de bonos, también se presenta como un factor determinante, con la tasa de interés en dólares como un indicador clave para la toma de decisiones.
En definitiva, la incertidumbre persiste en torno a la capacidad del Gobierno para mantener la estabilidad económica y evitar nuevos saltos en el tipo de cambio, mientras los analistas advierten sobre la importancia de monitorear de cerca la inflación y la actividad económica en los próximos meses.