El Gobierno argentino continúa con un proceso de profunda renovación en la cúpula de las fuerzas armadas, evidenciado por la reciente purga de generales en el Ejército y la noticia de que 16 almirantes serán pasados a retiro en la Armada, ahora liderada por Carlos María Allievi.

Este cambio en la Armada implica la remoción de más de la mitad de los 27 almirantes, siendo una decena de ellos de mayor antigüedad militar que Allievi. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Defensa aseguran que el Gobierno no tomó todas las decisiones de relevo, indicando que unos “10 u 11” almirantes fueron afectados automáticamente por la designación de Allievi, mientras que “4 ó 5” más quedaron fuera de carrera al armar la nueva conducción naval.

En un contexto en el que se busca rejuvenecer y modernizar la estructura militar, se destaca que el ministro de Defensa, Luis Petri, tendrá la facultad de reconsiderar algunos nombres y, si se considera valiosa su contribución, reincorporarlos en funciones, similar a la decisión tomada con seis generales en el Ejército hace dos semanas.

Allievi, nuevo jefe de la Armada, presentó al ministro Petri las propuestas para la nueva conducción superior, incluyendo almirantes y capitanes de navío propuestos para ascender de grado. Este cambio también abarca diversos cargos clave dentro de la Armada, como el Director General de Material, el Inspector General, el Comandante de la Flota de Mar, y el Comandante de la Infantería de Marina, entre otros.

El proceso de renovación en las Fuerzas Armadas argentinas se formalizó la semana pasada con la toma de posesión del nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto y la asunción de nuevos líderes en la Fuerza Aérea y el Ejército. En la ceremonia de asunción de Allievi, el ministro Petri exhortó a dejar de “demonizar” a las Fuerzas Armadas, reivindicar su rol, y repensar su función en el país, destacando la importancia de afrontar los desafíos actuales y futuros.