La aceleración del acuerdo con el Fondo Monetario debido a la incertidumbre de la Ley Ómnibus, el impacto en los mercados y la necesidad de respaldar el cambio liderado por Javier Milei, plantea un escenario complejo. El desembolso de US$ 4.700 millones y las metas ambiciosas, como el superávit primario del 2% del PBI, generan interrogantes sobre la viabilidad y las implicaciones futuras.

La inflación, con un aumento del 25,5% en diciembre y un 211,4% en los últimos doce meses, se convierte en un desafío significativo. El costo de alimentos acumula un impresionante 1.362% desde 2020, evidenciando la presión sobre ingresos y salarios. Las proyecciones inflacionarias para 2024, junto con ajustes en tarifas y servicios, señalan un panorama preocupante que podría afectar la estabilidad social.

La caída en la actividad económica, evidenciada por retrocesos en la producción industrial y la construcción, añade más presión al panorama. La necesidad de un ajuste fiscal adicional y la acumulación ambiciosa de reservas netas plantean desafíos económicos y sociales que requieren respuestas sólidas y políticas efectivas.