El país sudamericano de Ecuador se sumerge en una de sus peores crisis de seguridad, enfrentando el caos y el terror desatados por una serie de grupos del crimen organizado. En medio de motines en cárceles, secuestros de agentes de policía, ataques incendiarios en las calles y actos violentos dirigidos hacia medios de comunicación y centros educativos, las fuerzas armadas han sido movilizadas con el objetivo de enfrentar a estas organizaciones delictivas.

El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha proclamado un estado de excepción por 60 días y ha emitido un decreto que establece al país en un “conflicto armado interno”, otorgando a las Fuerzas Armadas la tarea de llevar a cabo operaciones militares para neutralizar a más de veinte bandas criminales. En un giro contundente, diversos grupos del crimen organizado han sido catalogados como terroristas y actores no estatales beligerantes, convirtiéndolos en blancos de las fuerzas militares.

En medio de esta escalada de violencia, se han filtrado videos que muestran a miembros de las FFAA respaldando la determinación de proteger al país, resaltando la urgencia de cumplir con el deber jurado para salvaguardar a la nación. El pueblo ecuatoriano se encuentra sumido en el temor y la angustia mientras los ataques violentos se multiplican.

Los sucesos recientes, desencadenados por la fuga de un peligroso líder del cartel narcotraficante Los Choneros, han desatado una ola de violencia sin precedentes en múltiples puntos de Ecuador. Los criminales han perpetrado secuestros de agentes policiales, incendiado vehículos y detonado explosivos, sembrando el pánico en la sociedad.

En este contexto de caos, los disturbios se han extendido a las cárceles, donde delincuentes enmascarados han llevado a cabo amotinamientos, subyugando a las fuerzas de seguridad y amenazándolas con armas de todo tipo.

Las redes sociales se han convertido en plataformas para difundir el miedo, con videos perturbadores que muestran a agentes policiales siendo amenazados y civiles advirtiendo sobre ejecuciones si se encuentran en las calles durante la noche.

La violencia ha traspasado las fronteras de las autoridades para impactar a civiles indefensos. En la Universidad de Guayaquil, estudiantes y profesores han sido sorprendidos por la irrupción de narcoterroristas en el campus, generando escenas de caos y confusión.

Además, el canal de televisión Canal 10 (TC) ha sido blanco de ataques, con delincuentes descontrolados disparando indiscriminadamente, secuestrando empleados y colocando explosivos, lo que ha resultado en víctimas mortales y heridos en un intento por sembrar el miedo y la desestabilización en el país.