El gobierno de Javier Milei, tras un mes de gestión, enfrenta la ausencia de designación de secretario de Culto y embajador en el Vaticano, generando preocupación en la Iglesia argentina. A pesar de la tradicional interacción entre la Presidencia y la cúpula del Episcopado, estos encuentros no se han concretado. Además, la falta de gestión hacia la Iglesia y la incertidumbre sobre la visita del Papa Francisco en marzo o abril inquieta a diversos sectores eclesiásticos.
El vacío en la Secretaría de Culto, ahora liderada por Alberto Balboa Menéndez, plantea incertidumbre sobre la dirección a tomar. Voces eclesiásticas destacan la importancia de este cargo como un canal de diálogo con todas las religiones en el país. Mientras tanto, las señales de acercamiento de Milei a sectores de la comunidad judía ortodoxa parecen generar tensiones en la relación entre el Gobierno y la Iglesia.
La ausencia de encuentros entre el Presidente y el Nuncio Apostólico, así como la falta de una designación para la Embajada en el Vaticano, son motivo de inquietud. A pesar de tener múltiples candidatos, la demora en las decisiones y las especulaciones sobre posibles nombres despiertan preocupación y dilatan expectativas, incluyendo la probable visita del Papa a Argentina.