En enero de 2024, los precios de los alimentos en Argentina aumentaron un 4,6%, mostrando una desaceleración de 2,3 puntos porcentuales en comparación con la semana anterior, aunque se mantienen en niveles elevados. La consultora LCG estima una reducción del 50% en el consumo durante enero y febrero debido al incremento de precios. En los últimos treinta días, la inflación en alimentos alcanzó un 30,8%, lo que ha generado preocupaciones sobre el poder adquisitivo de la población. A principios de enero, los pequeños comerciantes recibieron listas con incrementos de hasta el 40% tras la fuerte remarcación a mediados de diciembre después de la devaluación del 54%. La inflación de alimentos en diciembre de 2023 cerró en 36,1%.
En la semana reciente, los condimentos y los panificados lideraron los aumentos con un 25,68% y 9,84% respectivamente, seguidos por el azúcar y las carnes con incrementos del 5,51% y 4,41%. La consultora señala que los panificados y la carne representaron el 62% de la inflación semanal. Almaceneros y supermercadistas recibieron listas con incrementos considerables, especialmente en golosinas, proyectando “precios desbocados” para 2024. Según el relevamiento, cinco de las diez categorías de alimentos registraron aumentos superiores al 30% en las últimas cuatro semanas. Se espera que la inflación cierre entre el 25% y 28% en enero, y se proyecta que en febrero continúe en cifras superiores a los dos dígitos. El aumento en los precios de los combustibles también contribuirá al alza en la inflación de enero.