La asunción de Javier Milei como presidente de Argentina trajo consigo una inmediata acción que capturó la atención de todos: encendió la emblemática motosierra, símbolo de su propuesta económica radical. Las promesas vertidas durante gran parte de su campaña generaron especulaciones sobre la dureza del plan venidero, aunque tras las elecciones presidenciales, el tono pareció moderarse.
En las primeras horas de su mandato, se esperan recortes significativos, una inevitable devaluación, medidas para estabilizar los mercados y más. Sin embargo, los detalles concretos del ajuste podrían retrasarse debido a cuestiones administrativas como “firmas y designaciones”, según explicaron dirigentes de La Libertad Avanza.
El propio Milei advirtió sobre la inminencia del ajuste y del shock económico, enfatizando la necesidad de esfuerzos extremos y sacrificios dolorosos. Afirmó que “será duro” pero aseguró el fin del colectivismo, afirmando que el Estado asumirá todos los costos en lugar de los privados, sin profundizar aún en detalles.
En el ámbito político, se esperaba que Milei y Luis Toto Caputo, el nuevo ministro de Economía, ofrecieran declaraciones el primer día de gestión. Sin embargo, la conferencia no tuvo lugar. Manuel Adorni, vocero designado, se anticipó como portavoz y se esperaban anuncios económicos, posiblemente postergados debido a temas de formalidades y aclaraciones detalladas sobre el Plan Motosierra.
En el discurso de asunción, Milei hizo hincapié en la “peor herencia de la historia” que recibió de su predecesor, Alberto Fernández. Mencionó el impacto inevitable y negativo que tendrá su plan en la actividad económica, el empleo, los salarios reales y la cantidad de personas en situación de pobreza e indigencia.
Se prevé una limpieza de los pasivos remunerados del Banco Central como parte fundamental para frenar la emisión y la inflación, aunque este proceso podría extenderse en el tiempo y resultar complejo.
La devaluación es un punto inminente en la agenda económica. Aunque su anuncio oficial aún no está claro, se especula sobre la magnitud del ajuste, estimándose un salto de hasta 800 pesos, lo que representaría un ajuste cambiario del 80%. Expertos económicos plantean la necesidad de una devaluación acompañada de medidas claras y creíbles para evitar consecuencias negativas como ocurrió después de las PASO.
El nuevo gobierno de Milei también anticipa un “duro ajuste fiscal inmediato” dirigido a cerrar la emisión monetaria del Banco Central. Además, se espera un recorte significativo en el sector público, asegurando que recaerá principalmente sobre el Estado en lugar del sector privado.
En cuanto a los precios, se prevé una poda en los subsidios que llevará a un aumento en las tarifas de servicios públicos como luz, gas y transporte. Programas como Precios Justos y Ahora 12 podrían quedar en el pasado.
La situación económica ya muestra señales preocupantes: la inflación se incrementa, los alimentos básicos han experimentado aumentos del 50% y las colas en los supermercados se hacen más largas ante la incertidumbre de una devaluación próxima. Milei advierte que incluso dejando de emitir dinero, los efectos del exceso monetario se sentirán durante mucho tiempo.
El nuevo mandato presidencial comienza con una política económica radical que ha despertado incertidumbre y expectativas en toda la nación. El “Plan Motosierra” de Milei está en marcha y se espera que defina el rumbo del país en los próximos años.