Desafío en el Horizonte: El Vínculo Potencial entre Javier Milei y Axel Kicillof

Hasta el mediodía del lunes, no se registraron contactos entre Javier Milei y Axel Kicillof. El silencio entre ambos líderes políticos revela la incertidumbre sobre cómo será su relación, siendo un indicio significativo del futuro escenario político. Kicillof, en las primeras horas del feriado, se centró en analizar junto a su entorno y en conversaciones con intendentes, la posible convivencia con Milei. Sin embargo, los primeros diagnósticos no apuntan a una relación armoniosa. En La Plata especulan que el libertario podría elegir al gobernador como un enemigo perfecto, parcialmente por decisión táctica y en parte debido a una motivación personal intensamente ideologizada, expresando una particular furia hacia el mandatario bonaerense.

En este contexto, Milei y Kicillof se perfilan como representantes de una histórica grieta política, reflejando la polarización que marcó los últimos años entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri, pero ahora con nuevas figuras, aunque con una intensidad aparentemente similar. Durante su campaña, Kicillof retrató a Milei como un exponente de la derecha antiderchos, mientras que el presidente electo designó al gobernador como la personificación del estatismo, casi comunista. La afinidad de Milei con Macri agrega otro elemento a la reconstrucción de la grieta Cristina-Macri, ahora representada por Milei-Kicillof.

Este vínculo presenta dificultades debido a la dependencia financiera de los gobiernos bonaerenses con respecto a la Nación, por los aportes adicionales, y por el clima político. El conurbano bonaerense fue uno de los territorios donde Sergio Massa tuvo mayor respaldo el domingo del balotaje. Además, el peronismo retuvo las principales intendencias del Gran Buenos Aires, lo que conlleva un proceso de reorganización entre los intendentes.

Por otro lado, en el PJ bonaerense se comenta la posibilidad de convocar en los próximos meses a una elección interna para definir al próximo titular del partido, actualmente ocupado por Máximo Kirchner, quien ha indicado que no tiene interés en seguir en ese cargo. Este movimiento supone un retorno a un escenario de incertidumbre.

Kicillof emerge como una de las figuras más relevantes del peronismo, aunque aún queda por ver qué papel desempeñarán Cristina Kirchner y Sergio Massa. La vicepresidenta ha indicado que su ciclo ha concluido y su participación futura dependerá de la demanda de su protagonismo. Por su parte, Massa es una incógnita en el escenario político.

El papel del peronismo puede ser crucial, ya que en comparación con dos momentos históricos anteriores, durante el bienio de Fernando De la Rúa y durante el mandato de Macri, ¿será nuevamente un factor de gobernabilidad ante la potencial fragilidad numérica de Milei en el Congreso?

El mapa político nacional refleja cierta debilidad y soledad de Kicillof, cuya relación con los gobernadores del interior estuvo mediada por su cercanía a Cristina. En La Plata, se preparan para enfrentar desafíos y evalúan los próximos movimientos. La gran pregunta es si Kicillof se centrará en defender a la provincia o se posicionará como opositor frente al avance de Milei.

“La prioridad es la provincia, pero hay temas cruciales en los que Axel está involucrado y no será un observador pasivo”, menciona un dirigente. En particular, la cuestión de YPF y Aerolíneas Argentinas, asuntos fundamentales, aunque no directamente relacionados con la provincia, serán temas en los que Kicillof intervendrá y tomará posición.

El primer paso será establecer una vía de comunicación entre ambos, configurando la relación institucional que, se espera, trascienda las diferencias políticas entre ellos.

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