El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló la desaceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en octubre, marcando un avance del 8,3%, considerablemente menor al 12,7% de septiembre. A pesar de este freno, la inflación acumulada en lo que va del año alcanzó el 120%, mientras que en la comparación interanual, el incremento llegó al 142,7%, cifra que establece un nuevo máximo en 32 años.
El sector de Comunicación lideró los aumentos con un 12,6%, seguido por Prendas de vestir y calzado (+11%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (+10,7%). No obstante, la división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, con un incremento del 7,7%.
Expertos como Santiago Manoukian, Jefe de Research de Ecolatina, consideran que esta desaceleración fue influenciada por estrategias gubernamentales previas a las elecciones para contener los precios, incluyendo congelamientos en servicios públicos, energía, transporte, y acuerdos de precios en rubros como prepagas y medicamentos.
A pesar de esta estrategia, Manoukian y otros economistas pronostican un aumento en la inflación de noviembre, atribuido al arrastre del mes anterior y a factores como la generalización del desdoblamiento cambiario y las restricciones en el pago de importaciones. La incertidumbre política post-elecciones también se suma a este panorama, con la posibilidad de mayor inestabilidad en caso de cambios en el escenario gubernamental.
Las consultoras económicas anticipan un escenario desafiante en noviembre, con proyecciones de inflación por encima del 10% e incluso superando los dos dígitos. Se espera el descongelamiento de precios reprimidos, como el dólar oficial, cuotas de medicina prepaga, combustibles, y productos bajo programas de precios controlados. La incertidumbre electoral que se vislumbra, según los analistas, también podría incidir en el comportamiento de los precios.
En este contexto, las perspectivas para noviembre se presentan con preocupación, estimando una nueva aceleración de la inflación. Los expertos apuntan a un escenario donde la inflación, lejos de estabilizarse, mantendrá una tendencia alcista, con proyecciones que rondan los dos dígitos y variaciones significativas dependiendo del desenlace político post-elecciones.