A medida que se acerca la segunda vuelta electoral en Argentina, los mercados financieros parecen desentenderse de este evento, a pesar de la proximidad de la fecha. En un pasado reciente, el fenómeno del “trade electoral” marcó un flujo significativo de capitales hacia acciones locales a través de ADR, catapultando al índice Merval como uno de los de mejor rendimiento a nivel mundial durante los primeros siete meses del año.
Sin embargo, tras las PASO, donde Juntos por el Cambio tuvo un desempeño desfavorable, quedó evidente que esta opción política ya no era competitiva. Este escenario se consolidó en las elecciones presidenciales, con Patricia Bullrich obteniendo un tercer lugar lejano, sin posibilidad de acceder al balotaje. Alberto Bernal, jefe de mercados emergentes de XP Securities, compartió su visión en FM Milenium, señalando una disminución notable del interés de los inversores por conocer más sobre la situación en Argentina y expresando la percepción de que poco cambiará, independientemente del próximo presidente.
Bernal destacó: “Se debe entender que no habrá inversión extranjera por un largo periodo. Los inversores aguardarán para evaluar las acciones del nuevo gobierno en afrontar el desafío fundamental del país: eliminar el déficit fiscal”.
Las acciones en Wall Street, a través de ADR, han caído aproximadamente un 30% desde su punto máximo el 30 de agosto y no muestran indicios de recuperación, a pesar del reciente repunte en los activos de riesgo. Los bonos tampoco reaccionaron positivamente, experimentando una marcada disminución desde los USD 35 previos a las primarias, situándose actualmente entre USD 25 y USD 27.
Los inversores ya dan por sentado que la deuda argentina se encamina hacia una nueva reestructuración, prevista para más tardar en 2025. Tanto Sergio Massa como Javier Milei, los candidatos en contienda, deberán actuar rápidamente para recuperar la confianza de los mercados y negociar vencimientos de deuda, dado que sin acceso a financiamiento, serían insostenibles.
En contraste, el mercado cambiario se mantiene atento a las elecciones y sus posibles implicaciones. La reciente caída del dólar libre y la disminución de las expectativas de devaluación en los futuros de dólares reflejan la incertidumbre y las perspectivas en vísperas de la segunda vuelta.
Aunque las encuestas reflejan una competencia reñida, entre los inversores locales crece la percepción de una posible victoria de Massa. En caso de confirmarse, se estima que el ajuste cambiario sería más gradual en comparación con un eventual triunfo de Milei, donde se prevé una adaptación más acelerada del tipo de cambio oficial hacia un nuevo equilibrio.
Los analistas económicos, como Fernando Marull, proyectan que en caso de una victoria de Massa, el Contado con Liquidación (CCL) se mantendría en niveles cercanos a los $850, mientras que si gana Milei, podría alcanzar los $1000 inmediatamente después de las elecciones, evidenciando diferentes escenarios posibles según el resultado de los comicios.