Crisis de Combustible en Argentina: Un Enredo de Factores en la Cadena de Producción de Hidrocarburos

La refinación del petróleo, el segundo eslabón de la cadena de producción, es fundamental para transformarlo en productos como la nafta. En esta etapa, surge un dilema interesante. Las refinerías tienden a dar prioridad al crudo suministrado por YPF, ya que su precio es significativamente menor que el barril importado. Sin embargo, dado que YPF es el único proveedor, existe un temor constante de quedarse sin petróleo. Por esta razón, en lugar de refinar al 100% de su capacidad, las refinerías destinan una parte a su stock.

El tercer paso, la distribución y comercialización, también presenta desafíos, en particular en lo que respecta a los precios. A lo largo y ancho del país, la disparidad de precios es un problema crónico. Sin embargo, en la actualidad, se observa una marcada diferencia en los precios entre las estaciones de servicio.

A pesar de que el 18 de agosto pasado, Sergio Massa anunció un congelamiento de los precios de los combustibles, las compañías petroleras privadas rompieron el acuerdo, aplicando subidas promedio del 15% en los últimos 15 días. Por lo tanto, el aumento del 3% anunciado por YPF en la madrugada posterior a las elecciones no logró cubrir la brecha. Esto resultó en una caída significativa en la demanda en las estaciones de servicio de YPF en comparación con su capacidad habitual de abastecimiento.

Este complicado panorama se agrava aún más con la temporada alta de actividad en el campo, que conlleva una demanda creciente de gasoil para alimentar la maquinaria agrícola. Tanto la Sociedad Rural (SRA) como la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) han emitido alertas sobre la falta de combustible.

Nicolas Pino, presidente de la Sociedad Rural, enfatizó la importancia de tener un mercado de combustibles que sea estable en cuanto a disponibilidad y precio, especialmente con el inicio de la siembra, ya que el campo consume aproximadamente 1 de cada 3 litros de gasoil vendidos en Argentina.

Entre las causas de esta problemática, desde la entidad agraria reconocen que, dado que el precio mayorista es un 12% mayor que el precio minorista, se generan faltantes temporales y oportunidades de arbitraje. Además, señalan que en agosto se redujo un 10% la cantidad de petróleo procesado, mientras que las importaciones en ese mes cayeron un 47%. También se ha observado un aumento en la demanda interna de combustible debido a las labores productivas, y la brecha cambiaria incentiva la exportación “hormiga” de combustible en las provincias fronterizas.

Por último, no es un tema menor la necesidad de cubrir el mercado interno con importaciones. Dado el contexto de escasez de reservas en manos del Banco Central, cuatro barcos cargados de combustible importado se encuentran anclados en el Río de La Plata, esperando que el gobierno autorice a las petroleras a cancelar el pago en dólares por estos cargamentos.

Desde el gobierno, reconocen que existen una serie de distorsiones en la cadena hidrocarburífera que han llevado a la aparición de mecanismos especulativos que eluden las correcciones que el Estado intenta implementar para abordar estos desequilibrios del mercado. “Cubres un frente y surge otro”, expresó un funcionario de YPF.

Es por esto que resulta llamativo que, después de una reunión con representantes de YPF, Raizen, Trafigura y PAE, la Secretaría de Energía, dirigida por Flavia Royón, anunciara una nueva importación de 10 barcos de combustible sin haber resuelto el tema de los cargamentos que aún permanecen varados en el puerto de Buenos Aires.

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