Egipto, el único país fronterizo con la Franja de Gaza, además de Israel, y Jordania, limítrofe con Cisjordania, rechazan firmemente la acogida de refugiados palestinos, alegando proteger así la causa palestina.
Mientras que ayer Egipto e Israel llegaron a un acuerdo, gracias a la mediación de Estados Unidos, para que 20 camiones con ayuda humanitaria entren en Gaza a través del paso de Rafah al norte del Sinaí, como muy pronto este viernes, las personas en Gaza seguirán sin poder salir del enclave. A pesar de las presiones de EE.UU., Israel y algunos medios, como la revista “The Economist”, entre otros actores occidentales, El Cairo se negó a permitir la entrada en Egipto de personas procedentes de Gaza, ni siquiera para la evacuación de extranjeros. ¿Cuáles son sus motivos?
Abrir el paso de Rafah a los refugiados contribuiría a “eliminar la causa palestina”
Egipto y Jordania, como muchos estados árabes, creen que si los palestinos huyen a otros países, se estaría dejando vía libre a Israel para imponerse sobre Gaza y Cisjordania.
El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi afirmó este miércoles que la guerra actual no sólo tiene como objetivo luchar contra Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, “sino que también es un intento de empujar a los habitantes civiles a emigrar a Egipto”, lo cual “llevaría a un desplazamiento similar” hacia Jordania de los palestinos en Cisjordania. Para el presidente egipcio, las peticiones israelíes de abrir el paso de Rafah a los refugiados palestinos pretenden “eliminar la causa palestina … la causa más importante de nuestra región”.
Contrariamente a las posiciones árabes, el ejército israelí aseguró que los palestinos que siguieron su orden de huir del norte de Gaza al sur de la Franja, podrán regresar a sus hogares cuando termine la guerra. Sin embargo la historia hace desconfiar a Egipto.
La guerra que iniciaron varios países árabes contra Israel en 1948, a raíz de su declaración unilateral de independencia, obligó a 700.000 palestinos que vivían en los territorios que fueron conquistados entonces por Israel a abandonar sus hogares. A pesar de numerosas resoluciones de la ONU reclamando el derecho al retorno de aquellas personas, Israel se ha negado hasta hoy a permitir que los refugiados palestinos regresaran a sus hogares.
Los países árabes temen una nueva Nakba
“Todos los precedentes históricos apuntan a que cuando se obliga a los palestinos a abandonar el territorio palestino, no se les permite regresar”, afirmó H.A. Hellyer, investigador asociado principal de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, a la agencia AP. “Egipto no quiere ser cómplice de la limpieza étnica en Gaza”.
A los países árabes les preocupa que la historia se vuelva a repetir, especialmente dadas las posiciones de algunos miembros del actual gobierno ultraderechista de Israel, que defienden la expulsión de los palestinos. El ataque de Hamas del 7 de octubre, ha avivado a los sectores más radicales del gobierno de Netanyahu, como el legislador Ariel Kallner, quien pidió que Gaza recibiera como represalia otra “Nakba” (catástrofe en árabe), un término utilizado por los palestinos para referirse a su éxodo masivo de 1948.
La llegada masiva de gazatíes a Egipto comprometería su seguridad
Egipto se enfrenta en estos momentos a una grave crisis económica y acoge ya a unos 9 millones de refugiados y migrantes, según Naciones Unidas, por lo que una intensa llegada de refugiados palestinos al Sinaí podría comprometer la seguridad del país. Riccardo Fabiani, director del proyecto para el Norte de África de la organización Crisis Group, dijo que con la presencia de militantes palestinos, el Sinaí “se convertiría en una base para ataques contra Israel”, lo cual podría desencadenar en ataques israelíes contra Egipto y acabar con el acuerdo de paz entre ambos países de 1979.
Por parte de Jordania, la negativa a un desplazamiento de la población de Gaza también ha sido firme. El rey Abdullah II de Jordania advirtió contra “cualquier intento de desplazar por la fuerza a los palestinos de todos los territorios palestinos o de provocar su desplazamiento interno”. “Ni refugiados en Jordania, ni refugiados en Egipto” dijo el soberano el martes.
Para proteger a la población gazatí, el presidente egipcio Al-Sissi propuso que Israel acogiese a los palestinos de la Franja en el desierto de Negev, cercano a Gaza. También cabe recordar que ya antes del inicio de esta nueva guerra, los desplazamientos de personas hacia Gaza por el paso de Rafah ya eran muy limitados. Desde que Hamas tomó el control de Gaza en 2007, Egipto ha ayudado a imponer un bloqueo del enclave y ha restringido fuertemente el flujo de personas y mercancías con el enclave.
Fuente: La Vanguardia