Desde el sábado 7 de octubre, conocido como el “11-S de Israel”, la Franja de Gaza se ha convertido en un lugar inaccesible debido a una serie de eventos devastadores. Ese día, militantes del grupo terrorista Hamas llevaron a cabo un ataque sorpresivo en el sur de Israel, resultando en la peor masacre en la historia del país, con un saldo de alrededor de 1200 muertos. En represalia, Israel lanzó la operación “Espadas de hierro”, provocando una gran cantidad de muertes, heridas y una destrucción masiva en Gaza.
La situación es desgarradora, y la comunidad internacional permanece en gran medida indiferente a la crisis. El director de Al-Haq, Shawan Jabareen, observa impotente la devastación desde su oficina en Ramallah, que de facto funciona como la capital del Estado de Palestina. Mientras tanto, los periodistas pueden ingresar a la región desde Jerusalén, a solo 17 kilómetros de distancia, pero deben atravesar el muro de bloques de cemento que separa a los territorios palestinos de Israel.
En Cisjordania, bajo control israelí, la tensión también se ha elevado, con enfrentamientos que han resultado en muertes y heridas. La población palestina se enfrenta a la paralización de sus vidas diarias, mientras que muchos no pueden cruzar a Israel para trabajar debido a las restricciones. La situación es desesperada en Gaza, donde la población civil se encuentra en el epicentro de la violencia y la destrucción.
Según Jabareen, los ataques ya no son selectivos y apuntan deliberadamente a la población civil, lo que podría considerarse un intento de genocidio. Se están utilizando métodos ilegales y se está violando el derecho internacional humanitario, dejando a más de 230,000 civiles sin hogar. La comunidad internacional ha permanecido en silencio frente a estas atrocidades.
A pesar de la terrible situación, Jabareen enfatiza que la prioridad es la protección de los civiles, sin importar su afiliación política. La raíz del conflicto se encuentra en décadas de opresión y violación de los derechos palestinos por parte de Israel. La solución, según Jabareen, es política y no se puede lograr a través de la fuerza. El líder palestino Nabeel Shatt comparte su preocupación y subraya la importancia de evitar una confrontación directa, pero lamenta que Israel no muestre una agenda de paz.
La Franja de Gaza enfrenta una situación desesperada con civiles atrapados en medio de la violencia y la destrucción, y la comunidad internacional sigue sin actuar.