En un sorprendente giro de eventos en 2018, otro caso que presenta notables similitudes con el de Julio “Chocolate” Rigau salió a la luz. Marcelo Vizcarra fue arrestado en la ciudad de La Plata con 67 tarjetas de débito supuestamente vinculadas a empleados de la Legislatura provincial. Aunque este caso recibió escasa atención mediática y política en comparación con el del influyente puntero político del PJ, planteó un esquema de recaudación igualmente intrigante.
Los detalles del arresto de Vizcarra son igualmente desconcertantes. En octubre de 2018, él y su esposa, Paula Irene Bonacina, fueron detenidos bajo la acusación de liderar una defraudación millonaria al Estado provincial utilizando un mecanismo similar al empleado por el influyente puntero del PJ. La Justicia pudo establecer que se utilizaban contratos temporarios en la Cámara de Diputados bonaerense, seguidos por la apertura de cajas de ahorro en la sucursal 1274 del Banco Nación, y finalmente, se vaciaban las cuentas.
Lo que hace que este caso sea aún más intrigante es que Vizcarra tenía en su posesión 67 tarjetas emitidas por el Banco Nación, todas ellas a nombre de supuestos titulares. La Justicia comenzó a investigar y descubrió que los contratos eran firmados por el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca, a propuesta de diputados de diferentes partidos políticos.
Mosca presidió la cámara baja durante la gestión de la ex gobernadora María Eugenia Vidal y fue destituido de su cargo en 2019 tras una serie de denuncias de abuso sexual. Fuentes de Juntos por el Cambio afirman que Mosca no ha regresado al partido y trabaja discretamente para La Libertad Avanza.
En un giro adicional en este enigma, se descubrió que las tarjetas eran retiradas por los supuestos empleados, y uno de los hijos de Vizcarra los esperaba en la puerta del banco. Cuando la casa de Vizcarra fue allanada, se encontraron decenas de sobres con tarjetas y las claves iniciales proporcionadas por el banco.
La situación se complica aún más, ya que Vizcarra alquilaba una casa en el barrio privado “Campos de Roca” en Brandsen, donde la Policía descubrió más tarjetas, dinero y confiscó tres teléfonos que fueron sometidos a peritaje. Sin embargo, hasta que se eleve el caso a juicio, sigue siendo un misterio para quién trabajaba este enigmático “financista”.
La fiscal logró determinar que los hijos de Vizcarra y su esposa tenían contratos en la provincia de Buenos Aires, y además, cumplían un papel crucial en la organización. Testimonios de compañeros de colegio de la hija de Vizcarra revelaron que se les ofrecían becas de estudio por 4 mil pesos, pero luego se les tomaban fotos y se utilizaban para obtener contratos en la Legislatura por 40 mil pesos.
A pesar del fallo de la Sala III de la Cámara de Apelaciones que anuló la investigación sobre Julio Rigau, el expediente aún se mantiene en pie. El fiscal general de La Plata, Héctor Vogliolo, ha presentado una apelación ante la Cámara de Casación, lo que determinará la sala que intervendrá en el caso.
Mientras tanto, la causa principal se encuentra en pausa desde el fallo de la Cámara. Hasta ese momento, 16 de los 48 propietarios de las tarjetas de débito habían declarado ante la fiscal Betina Lacki. La mayoría afirmó que tenían alguna función en la Legislatura, que conocían a Rigau y que entregaban voluntariamente sus tarjetas. Sin embargo, las autoridades de la Cámara de Diputados nunca respondieron a las preguntas de la Fiscalía sobre los propietarios de las tarjetas y el modelo de contratación.
El expediente no avanzará hasta que la Cámara de Casación tome una decisión. Mientras tanto, el fiscal platense Juan Menucci está explorando la posibilidad de iniciar otra causa relacionada, mientras que la Corte bonaerense evalúa el comportamiento de los dos camaristas que anularon el caso, Juan Alberto Benavides y Alejandro Villordo. La trama de este intrigante caso de fraude con tarjetas de débito en la Legislatura Bonaerense está lejos de desvelarse por completo.
