Sergio Massa, candidato a la Presidencia, ha desplegado una serie de anuncios y medidas que arrojan luz sobre su enfoque estratégico en la carrera electoral. Entre las conclusiones que se pueden extraer, destaca su decisión de movilizar los recursos estatales para respaldar su candidatura, financiando así su campaña con cerca de 1,7 billones de pesos, equivalentes a aproximadamente el 0,9% del PBI según estimaciones de consultoras.

Además, se observa que Massa, tras resolver deudas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Popular de China, Qatar y la Corporación Andina de Fomento, se ha apropiado de los recursos restantes, prácticamente olvidando las recomendaciones y condiciones que el FMI había planteado en su informe inicial.

Estos movimientos han generado cierto desdén hacia las quejas previas del kirchnerismo sobre las rigurosas “condicionalidades” impuestas por el FMI, ya que Massa ha demostrado la capacidad de forzar límites y desviarse de las recomendaciones establecidas, incluso de lo acordado por ambas partes. Este enfoque puede generar envidia entre los equipos económicos que acompañaron al expresidente Mauricio Macri durante su mandato.

La estrategia de Massa parece estar centrada en aprovechar los recursos del Estado y evaluar el impacto en los votos antes de las elecciones. Sin embargo, quienes miran estas medidas con desconfianza señalan que, a pesar de poner dinero en manos de los ciudadanos, la creciente inflación, que supera el 10% mensual, está erosionando su poder adquisitivo.

Después de las PASO, se desencadenaron una serie de medidas, como devaluaciones, bonos para diversos sectores, congelamientos de precios y más, que han influido en el escenario económico y político. A pesar de las diferencias con las recomendaciones del FMI, Massa ha optado por seguir su propio camino, priorizando la conquista de votos en la contienda electoral.

En los próximos días, se esperan nuevos anuncios, incluyendo medidas para autónomos y un aumento adicional del salario mínimo vital y móvil, que continuarán marcando el rumbo de la estrategia económica y política de Massa en su búsqueda de la presidencia.