El saldo comercial negativo se mantiene en julio, marcando un déficit de USD 649 millones, una mejora en comparación con el déficit de junio, aunque continúa la racha de cinco meses consecutivos en rojo. Las exportaciones siguen afectadas por la sequía, con una disminución interanual del 22,4%, pero experimentan un aumento del 6% en relación a junio. Las importaciones, por su parte, continúan en descenso mensual, con una caída del 3,8% y un drástico desplome del 19,1% en comparación con el mismo mes del año anterior. En consecuencia, el acumulado de los primeros 7 meses alcanza los USD 5.164 millones, el peor registro desde 2018.
El analista Gustavo Quintana de PR Corredores de Cambio sugiere que el incremento mensual del 6% en las exportaciones podría estar relacionado con el “Plan de Incremento a la Exportación (PIE)”, popularmente conocido como “dólar agro”. Este aumento también se atribuye a la comercialización de la cosecha de soja durante julio. Abeceb coincide en que el inicio de una nueva campaña agrícola y la resistencia de la industria y la energía ayudaron a evitar una repetición del colapso observado en junio.
La Fundación Capital considera que el tipo de cambio fijo en $350 hasta noviembre, motivado por la devaluación de agosto, podría estimular adelantamientos en las liquidaciones, pero advierte que este incentivo es temporal, dado que la inflación erosionará las ganancias de competitividad. Desde el frente de las importaciones, la consultora LCG prevé que la devaluación fiscal de julio, junto con la devaluación real después de las PASO y la persistencia de los controles, limitarán las importaciones.
Marcelo Elizondo, experto en comercio internacional, argumenta que el ajuste cambiario no tuvo un impacto significativo en el comercio internacional, ya que la inflación y la brecha cambiaria absorbieron la devaluación. Según él, el nivel de restricción impuesto por el gobierno es lo que influye en las importaciones, y si se permitiera más libertad al mercado, la devaluación no tendría un efecto limitante en las importaciones.
Abeceb proyecta que, a menos que haya una recuperación notable de las exportaciones debido a una exitosa cosecha de invierno y la liquidación de stocks existentes, el año culminará con un déficit inevitable que resultará en una pérdida de divisas de alrededor de USD 7.000 millones en la balanza comercial para 2023. Sin embargo, señala que el déficit no se ampliará significativamente gracias a la notable reducción del desequilibrio en la balanza comercial energética.