Tras días de silencio tras su derrota en las PASO, Sergio Massa, candidato y ministro de Economía del oficialismo, volvió a la escena pública en una entrevista televisiva el miércoles por la noche. Esta aparición marcó el inicio de una nueva etapa de la campaña electoral, en medio de un clima tenso dentro del propio oficialismo debido a los resultados electorales y a los desafíos económicos que enfrenta el país.
Poco después de la entrevista, los voceros del oficialismo salieron a expresar un discurso unificado, representado por Andrés “Cuervo” Larroque del kirchnerismo y Gabriela Cerruti del albertismo. Ambos coincidieron en sus análisis y conclusiones, resaltando la necesidad de una unidad de discurso en el partido después de años de divisiones internas.
La focalización de sus críticas recayó en Javier Milei, un candidato que ha obtenido atención significativa tras las PASO. Cerruti lo describió como alguien con “actitudes claramente antidemocráticas”, mientras que Larroque utilizó frases llamativas para subrayar la gravedad de la situación política.
La reaparición de Massa en el escenario político no solo busca revitalizar la campaña oficialista, sino también enviar un mensaje alentador y unificado dentro del partido. Massa reafirmó su compromiso de enfrentar los desafíos económicos y advirtió sobre los riesgos que podría conllevar un gobierno encabezado por Milei o Patricia Bullrich.
En medio de esta agitación, surgieron versiones sobre una posible renuncia de Massa al Ministerio de Economía. Sin embargo, estas especulaciones fueron posteriormente desestimadas, y se aclaró que la prioridad del ministro está en la campaña electoral y en diseñar estrategias para estabilizar la economía.
El dólar blue, que alcanzó niveles cercanos a los $800 durante la semana, reflejó la inestabilidad financiera y económica que afecta al país. El oficialismo busca estabilizar el tipo de cambio y desarrollar medidas para afrontar el impacto de la inflación en la campaña electoral.
A pesar del descontento por los resultados de las PASO, el oficialismo aún mantiene la esperanza de llegar a una segunda vuelta en las elecciones generales. Los desafíos y la incertidumbre persisten, pero el partido se esfuerza por diseñar una estrategia de campaña convincente que atraiga a los votantes en un contexto de inflación y dificultades económicas.
La unidad en el mensaje y la contención en la clase media y baja son considerados elementos esenciales para enfrentar el desafío electoral. El camino hacia las elecciones generales está plagado de obstáculos, pero el oficialismo busca encontrar un mensaje que conecte con los votantes y le permita mantenerse competitivo.