El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer el dato de inflación correspondiente a julio, revelando un incremento del 6,3%. Este índice acumula un alarmante 60,2% en lo que va del año, lo que genera preocupaciones y perspectivas sombrías para la economía argentina. Sin embargo, la atención se centra en el impacto que los aumentos post-PASO ejercerán sobre la inflación de agosto, con pronósticos que sugieren que podría superar la marca de dos dígitos.
El aumento interanual, en tanto, se ubica en un asombroso 113,4%, lo que refleja la persistente presión inflacionaria que afecta a la nación sudamericana. Aunque el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio se mantuvo por debajo de las estimaciones previas de las consultoras, que proyectaban un rango entre 6,5% y 7,5%, marcó un quiebre en la tendencia descendente que había caracterizado los meses de mayo y junio, con registros de 7,8% y 6% respectivamente.
El informe detalla que cinco divisiones experimentaron un aumento superior al índice general de inflación. Comunicación (12,2%), Recreación y cultura (11,2%), Salud (9%) y Restaurantes y hoteles (7,5%) lideraron este incremento. Si bien Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,8%) se ubicó por debajo del índice general, mantuvo su influencia preponderante en la estructura del índice de precios, con alzas notables en pan y cereales, así como en carnes y derivados (3,1%).
Agosto augura mayores desafíos en el frente inflacionario, particularmente debido a la subida de precios en alimentos, con especial énfasis en la carne. Hasta el momento, la carne ha experimentado un incremento del 20% en lo que va del mes, sin considerar el efecto de la devaluación que recientemente afectó al país.
En términos de segmentación, los bienes y servicios regulados lideraron el aumento de precios en julio, registrando un incremento del 6,7%, seguidos por los IPC núcleo (6,5%) y los estacionales (5,1%).
Si bien el reporte de inflación de julio luce desactualizado a tan solo 48 horas de las elecciones PASO, es innegable que su impacto resuena. La incertidumbre se cierne en torno a las cifras futuras, ya que el aumento del dólar informal, combinado con la devaluación post-PASO implementada por Sergio Massa, se espera que ejerzan una influencia significativa en los precios. Los pronósticos iniciales de inflación para agosto, que originalmente se situaban alrededor del 9%, han sido revisados al alza, oscilando entre un 12% y 14%, lo que anticipa una inflación que duplicaría la cifra de julio.
Los expertos económicos enfatizan la relación entre los movimientos cambiarios y la escalada inflacionaria en agosto. Los eventos electorales y las incertidumbres resultantes también contribuyen a este panorama incierto, y varios sectores del mercado han suspendido precios o aplicado aumentos en respuesta.
En resumen, la inflación en Argentina enfrenta un panorama desafiante, con la presión alcista que persiste y las proyecciones que se han vuelto más inciertas tras las PASO. Las políticas económicas, la estabilidad del mercado y la evolución de la inflación seguirán siendo temas de importancia central mientras el país navega por estos tiempos turbulentos.