Según las consultoras privadas, se espera que el índice de precios al consumidor de junio se sitúe entre el 6,6% y el 7,1%, mostrando una desaceleración por segundo mes consecutivo. Aunque esta estimación es más baja que la medición de abril, que fue del 8,4%, desde el sector privado advierten que ha habido una nueva aceleración en las últimas semanas que podría elevar los números de julio.
La baja proyección se debe a la disminución de los precios estacionales, la escasa subida de precios regulados y el menor aumento de los alimentos en comparación con el promedio. Sin embargo, los expertos en estadísticas predicen que la inflación mensual tendrá un mínimo del 7% durante el resto del año debido al nivel de emisión monetaria y las posibles tensiones cambiarias de cara a las elecciones.
De acuerdo con el relevamiento de precios realizado por C&T Asesores Económicos en la región del Gran Buenos Aires, la inflación de junio se situó en el 6,7%, y la variación interanual alcanzó el 121,8%. Por su parte, la Fundación Libertad y Progreso reportó un aumento mensual del 6,8% en el IPC del sexto mes del año, con una variación interanual del 117,3%. Destacaron que, en el segundo trimestre, la estacionalidad de precios suele generar variaciones mensuales inferiores a las de marzo, y que es esperable que el índice de precios de junio sea inferior al de mayo manteniendo la misma velocidad crucero de la inflación subyacente.
En cuanto a los rubros, alimentos y bebidas se mantuvo por debajo del índice general, con un aumento del 6,2% y una tendencia a la baja. Sin embargo, se observaron fuertes incrementos en los servicios, con medicina (10,1%) y transporte (7,2%) destacándose, ambos con incidencias de 0,9 puntos porcentuales sobre el promedio general.