El diputado nacional Máximo Kirchner ha vuelto a presionar a su madre, la vicepresidenta Cristina Kirchner, para que participe activamente en la campaña electoral. Sin un candidato en el binomio presidencial, en La Cámpora se percibe cierta incomodidad y podría desencadenarse un efecto “sálvese quien pueda”. Máximo Kirchner ha solicitado a Cristina Kirchner que “dé una mano” durante la campaña electoral de este año, enfatizando las consecuencias duraderas cuando las dirigencias no se comprometen con su pueblo.

Las tensiones internas dentro del oficialismo también han salido a la luz. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, ha expresado su discrepancia con la situación y ha destacado las diferencias entre Máximo Kirchner y sus padres en términos de liderazgo político. Por su parte, Malena Galmarini, titular de AYSA, ha mencionado que entendía la reticencia de Cristina Kirchner a involucrarse en una lista y ha destacado que después de tanto tiempo en la política, es comprensible que quiera disfrutar de su hogar. La incertidumbre sobre el rol de Cristina Kirchner en la campaña y en un posible gobierno posterior genera preocupación en La Cámpora, que se encuentra en un momento delicado tras el cierre de listas y la negociación de acuerdos que parecen alejarse de sus intereses.

En resumen, la ausencia de Cristina Kirchner en la campaña electoral ha generado presión y tensiones internas en La Cámpora, que se enfrenta a incertidumbres sobre su futuro papel en el gobierno y la dirección del partido.